Cabalgata con aroma de mujer: Estephanya Cedano, única competidora en Higüey
Estephanya Cedano es la única competidora femenina en Higüey
HIGÜEY. El higüeyano ama los caballos, y tanto es la pasión por la crianza y cabalgata de esas bestias, que existe una raza llamada Paso Higüeyano, pero no es algo que llegó de la noche a la mañana, sino que se creó a través de los más de 500 años de historia del pueblo Salvaleón de Higüey.
No obstante, es una tradición que no es solo para hombres, sino que las mujeres higüeyanas también son apasionadas por la cabalgata de esas simbólicas monturas, además de que son caracterizadas por sus exhibiciones y competiciones.
“Yo puedo asegurar que existe diversidad de género en la cultura caballista higüeyana. Las mujeres han formado una parte muy respetable de nuestras cabalgatas, aguinaldos y competiciones”, expresó Francisco “Baby” Palacio, propietario de Estancia Lucero Baby Palacio y Los Hijos del Pueblo.
En los caballistas, existen mujeres barrileras, las que hacen rodeo o que crean sus propios grupos caballistas, como es uno de ellos, cual es llamado Las Amafaizas, cual está integrado por unas nueve mujeres que honran su asociación día tras día.
“Nosotras creamos este grupo principalmente para tener nuestra propia independencia como mujeres para ir a cabalgar”, expresó Ramona Rolffot Cedeño, presidenta de Las Amafaizas.
Y, agrega: “Siempre en nuestras casas, teníamos que esperar que se formaran grupos grandes para que nuestros padres nos dieran el permiso, pero ya con Las Amafaizas, nosotras creamos nuestros propios eventos”.
Según Rolffot, nunca ha notado que exista denigración a las mujeres en el mundo caballista y que siempre los hombres han respetado a las mujeres.
“Nosotros podemos hacer actividades por este grupo precedido por mujeres, pero en nuestros eventos siempre participan ambos géneros, porque al final lo que se busca es pasarla bien”, dijo Rolffot.
No obstante, a pesar de que las mujeres sean activas en el mundo de las cabalgatas, nunca han estado muy ligadas a la crianza pura de esas bestias. Según el levantamiento realizado por este medio, las mayorías de ellas no se encargan de la crianza de las bestias, sino que pagan ese servicio y buscan a los caballos solo para la cabalgata.
Escasa presencia en las competiciones
No obstante, a pesar de su gran actividad en cabalgatas, aparentemente todo es para disfrutar el momento y sentir la esencia de lo que es montar un potro, pero cuando se trata del valor competitivo, todo queda en un desinterés local por parte de las Damas.
Hasta ahora, de forma reconocible, solo compite una higüeyana, Estephanya Cedano Guardado, quien entrena constantemente en su Rancho Texas que está en Higüey, y donde, además; adiestra sus bestias.
“Aquí en Higüey no es que haya existido tanto una cultura de competición, es más algo de amor por los caballos. No obstante, a mi personalmente el mundo de las competiciones me apasiona y me hace crecer más cada día”, expresó Cedano.