Atracos a mano armada generan temor en La Romana y reclaman protección policial
La frecuencia con que ocurren estos hechos de naturaleza criminal activó la voz de alerta de diversos sectores de esta provincia, donde negocios como estaciones de combustibles, farmacias y cafeterías están en la mirilla de delincuentes que, a punta de pistola, asaltan a propietarios y empleados. Los ciudadanos exigen de la Policía mayor presencia de sus unidades de patrullaje.
LA ROMANA. La jueza de la Oficina Judicial de Atención Permanente, Vicky Chalas, dictó tres meses de prisión preventiva contra un hombre acusado de matar a tiros Emigdio Revolus, de 27 años, en un hecho ocurrido el pasado viernes 11 de mayo.
De este homicidio se señala como responsable a Carlos Porfirio Acevedo Castillo, de 65 años, quien laboraba para una compañía de seguridad privada y al igual que Revolus laboraba para una estación de combustibles.
Este hecho ocurrió a las 9:00 de la noche, cuando la víctima se aproximaba a su lugar de trabajo, la bomba ubicada en la avenida Padre Abreu, donde fue ultimado por el agente de seguridad.
Emigdio, o “Piloto” como también era conocido, pasó a visitar a sus compañeros de trabajo en su día libre, sin pensar que un “juego” le costaría la vida. Según lo captado por las cámaras de seguridad del negocio, Emigdio llegó a la estación de combustibles montado en su motocicleta.
Se dice que vociferó algunas palabras a uno de sus compañeros de trabajo y más adelante se dirigió al seguridad Carlos Acevedo, y luego de algunos cruces de palabras este le profirió un disparo letal en el cuello, con la escopeta que tenía en las manos.
Inmediatamente sucedió el hecho, los compañeros de trabajo le vociferaron que Revolus trabajaba en ese lugar y lo rodearon. Según testigos, el seguridad respondió diciendo “yo maté a un haitiano”, lo que molestó aún más a los presentes.
El padre de la víctima, Próspero Revolus, quien es dueño de una sastrería en Villa Hermosa, sostiene que su hijo era una persona trabajadora y estaba estudiando en la universidad, por lo que no debió ser confundido con un asaltante, ya que no poseía armas.
Sus familiares también condenan las palabras racistas emitidas por el seguridad luego de lo ocurrido. Consideraron que nadie debe ser asesinado por el simple hecho de ser de procedencia haitiana. El seguridad apenas tenía dos días de servicio en la bomba de combustibles.