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LA ROMANA. “Yo no quise hacer eso”. Con esta frase dicha a punto de llorar y palabras entrecortadas, Nicol Gálvez intentó mostrar su arrepentimiento por haber cometido un crimen que mantiene estupefacta la provincia de La Romana.
Esta joven mató a su propio padre, Antonio Gálvez. Y dijo esa expresión mientras era conducida hacia la sala de audiencias del Palacio de Justicia de esta ciudad, el pasado miércoles.
El hecho se produjo la madrugada del pasado lunes, cuando el occiso sostenía una pelea con su pareja, Lorena Martínez (madrasta de la acusada), tras su llegada de un centro de diversión de esta ciudad. Nicol le provoco una herida punzo penetrante a su papá, con una sevillana, en el cuello que le causó la muerte.
Esto ocurrió en el sector de Quisqueya. Antonio Gálvez, conocido como “Chicha”, de 46 años, falleció minutos después de ser herido. Su hija-homicida de inmediato fue apresada en el municipio de Villa Hermosa.
La acusada sólo atinaba a decir, “yo no quise hacer eso”. La audiencia fue aplazada para hoy. La jueza que conoce este caso es Vicky Chalas, de la Oficina Judicial de Atención Permanente de La Romana.
Al salir de allí, Nicol no quiso hablar con los periodistas y fue trasladada a la cárcel preventiva de esta ciudad, donde estalló en llanto junto a su madre, Dulce María Espiritusanto, quien la acompañaba.
Esta señora salió en su defensa diciendo que su hija nunca había mostrado una actitud agresiva con su padre. “Ellos se trataban bien; nunca escuché que ellos tuvieran problemas. Ella no quiso hacer eso; se trataban muy bien. Nicol no tuvo malicia con él”, expresó Espiritusanto.
Sin embargo, Lorena Martínez dijo que su pareja sentimental, al momento de la discusión abofeteó a Nicol, lo que provocó una reacción aireada de Nicol. Martínez expresó que Antonio Gálvez constantemente la agredía, pero tenía miedo de denunciarlo. Especifica que tenían 7 años de relación y ambos se conocieron a través de Nicol, quien era su vecina en el sector San Carlos.