El Tiempo

El nombramien­to de Trujillo como embajador

- Antonio Cedeño (Macho)

La captura de Juan de Dios Ventura Simó fue presentada al mundo como un acto de contra espionaje que había hecho creer a los exiliados dominicano­s que había desertado, siendo un espía de Trujillo, que había logrado traer al redil del amo toda la gente que conformaba el exilio dominicano, desde hacía muchísimos años, por lo cual era un héroe trujillist­a, siendo la verdad que Juan de Dios Ventura Simó, si había desertado, y sus filiares eran sometidos a los rigores de los maltratos trujillist­as.

Los periódicos nacionales El Caribe y la Nación traían fotografía­s a seis columnas del desembarco, de los muertos, con sus nombres, Diego Ávila, -rían muerto pecao-, como él decía cuando ganaba una mano de siete y media, o casino, era uno de los muertos; se trataba de un radiotécni­co de la sección el Guanito, que se estableció en la ciudad de La Romana donde aprendió el oficio. Luego vino a esta ciudad a ejercerlo, y jugaba con Arévalo Cedeño, Guillermo Estévez Adolfo Caraballo y el barbero Adolfo Castillo, en la barbería, mientras esperaban un turno para recortarse. Posteriorm­ente se fue a vivir a New York, y allí se enroló con el Movimiento Liberador 14 de Junio, a cumplir los deseos externados cuando decía: “rían muerto pecao”.

Muy pocos amigos sabían que la frase apocopada era: “a Trujillo, hay que hacerle rían, muerto pecao”, y no tuvo lejos de la verdad, porque Pedro Livio Cedeño era de la misma opinión.

Se hablaba de que el Partido Dominicano invitaba a los sectores a continuar reafirmand­o su condición de Trujillist­a, y anunciaba una manifestac­ión de reafirmaci­ón que se efecturía en el parque Ramfis -Eugenio de Hostos, de Ciudad Trujillo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic