La atleta y pastora evangélica Wanda Rijo inicia columna “Palabras de Aliento” en BN y ET
LA ROMANA. La atleta Wanda Rijo, primera mujer dominicana en conquistar hazañas a nivel nacional e internacional en la disciplina de levantamientos de pesas, a partir de este lunes iniciará una colaboración de artículos de opinión que serán publicados en las páginas de los semanarios el Tiempo y BávaroNews.
“Palabras de Aliento”, será el nombre con el que Rijo llevará orientaciones a los lectores, desde la perspectiva de la fe, ya que desde hace más de una década se convirtió al evangelio y hace poco más de cinco años es, junto a su esposo, Argeli Francisco Rodríguez Álvarez, pastora de la Iglesia Monte de Dios, en La Romana.
Su interés, de acuerdo a lo expresado, es llevar mensajes de esperanza a los lectores de los semanarios que circulan en la región Este del país, tras considerar que son muchas las personas que necesitan consejos y testimonios para reencausar sus vidas.
Rijo es la primera mujer dominicana en consagrarse como una de las atletas más valoradas en la disciplina de levantamiento de pesas y que por sus hazañas en olimpíadas a nivel nacional e internacional la llevaron a convertirse en “Inmortal del Deporte”, ganar un puesto es el Salón de la Fama del Deporte Dominicano. Inicia desde este lunes como articulista en los periódicos El Tiempo y BávaroNews.
Nativa de San Pedro de Macorís y residente en La Romana, quedó consagrada como una de las atletas más destacadas en la disciplina de levantamiento de pesas, al haber conquistado medalla de oro en los Juegos Panamericanos celebrados en Winnipeg, Canadá en 1999.
Su hazaña deportiva fue reiterada en los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003, ratificando su excelencia, rompiendo en su país su propio récord personal alcanzado en Winnipeg.
Rijo es licenciada en Contabilidad, egresada de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu), además de teniente coronel del Ejército de República Dominicana.
Para Rijo, el ser pastora es una tarea que requiere de mucha responsabilidad y relación con Dios y su palabra, y para que más personas acudan al llamado, debemos amar a la gente, acudir a sus necesidades y llevarle el evangelio de Cristo.
“Ha sido mi mejor decisión, y el ser llamada por Dios ha sido un privilegio para mí y para mi familia”, manifestó.