Indigestión existencial
Cuando era gerente de Banquetes solía ver personas que se servían de todas las opciones. Si había 5 tipos de carnes, se las servían; si había 5 tipos de postres se los servían, etc. Luego observaba dos de las prácticas más comunes pero inadecuadas: 1) Dejaban los alimentos porque no podían comérselos y 2) Trataban de llevárselos a sus casas. No fue una la vez, que tuvimos que explicar que las frutas sin pelar eran parte de la decoración y no estaban supuestas a ser sacadas del área del buffet.
Bueno... a la mayoría de las personas le cuesta entender que hay opciones en el mundo que podemos declinar. Que hay ofertas, que no debemos aceptar. Que hay elementos que no son para uso o consumo, inclusive, aun fueren comestibles y deliciosos. Les recuerdo esto:
1 Corintios 6:12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna.
No he podido establecer el crédito real de la siguiente frase, creo que alguna vez leí que era de Jean Jaques Rousseau:
“Todo lo que me gusta o es obsceno, o engorda o hace daño”.
De ser así, debemos ir con cuidado con respecto a lo que nos gusta.
Yo concluyo: EL mundo es un buffet, y obviamente no podrás ni debes desear comértelo todo, porque lo único que lograrás será una de tres: 1) Ser inmoral, ó 2) Convertirte en un obeso y/ó 3) sufrir una indigestión existencial.
Para los fines, de esta reflexión: 1) carente de carácter, 2) sociópata, y/ó 3) infeliz... o ¡todo a la vez!