La muerte del periodista Teófilo Guerrero del Rosario
NSiguiendo el camino de Domingo, Demetrio y doctor Rafael, -Claro- su continuador, casado con la doctora Marcia Consuelo Cedeño de Guerrero, con quien ha procreado a mis adoradas nietas Vanessa y Gabriela, y su hijo Rafael, todos estudiantes; que se hace médico veterinario y hacendado.
Tiempo después, Juana, María Altagracia y Domingo Guerrero, a quien conocí sentado en una mecedora en la galería de su casa. Domingo era dependiente de la tienda de don Ramón Pumarol, en la calle Remigio del Castillo, independentista, junto a José Cedano, Vicente Celestino Duarte, que firma el documento junto con el prócer Francisco del Rosario Sánchez, que era mencionado por don Ramón Pumarol, y que Teófilo escucharía mencionar, pues su hermano Domingo, trabajaba en la tienda y él iba con frecuencia al lugar o era requerido por don Enrique Morel, para que le ayudara a sacar a la acera el caballo tallado en madera de caoba, de color bermejo, con las crines blancas, revoloteadas por el viento, y las cuatro patas blancas, en acción de carrera, como los caballos árabes.
Era un digno descendiente de Rocinante, el caballo del Quijote de la Mancha, que como todos los caballos españoles, descienden de Bucéfalo, el caballo árabe de Alejandro Magno; subido sobre unas cuatro ródalas, -ruedas de maderaadheridas a una tabla lisa de caoba centenaria, que lo soportaba y catapultaba, construida por el ebanista Rafael Cedano- Pindin- ga, que era ebanista al que estaba asignada la construcción de las mesas y bancos de la iglesia catedral, San Dionisio, esa raza que vinieron de España y América con el descubrimiento en 1492.
“Era un digno descendiente de Rocinante, el caballo del Quijote de la Mancha, que como todos los caballos españoles, descienden de Bucéfalo, el caballo árabe de Alejandro Magno”.
Don Luis Oscar Valdez Martínez, inspector de Educación y que acostumbraba inspeccionar todas las escuelas mensualmente acompañado de su esposa doña Filita de Soto, cada uno en un caballo.