Entre “mate” y café: “una libido abrasador”
Mónica Galleano y Ramón Campusano son dos figuras importantes que enriquecen con sus finas plumas el catálogo literario en la provincia La Altagracia al tiempo que transcurren los primeros años del presente siglo XXI. Son dos seres de cosmovisión, carácter y personalidad diferentes, por razones obvias, aunque, convergen en un punto: en la tinta y la pluma.
Él es dominicano; ella, argentina. Las producciones de ella se erigen como el vapor cálido y aromatizado del “mate” mañanero de Santa Fe de la Vera Cruz; en él, por su parte, las composiciones se esparcen sigilosamente cual aroma del café cuando raya el alba. Ambos –Galleano y Campusano–, entre sobro y sorbo, crean mundos fantasiosos con personajes virtuales, que despiertan en el lector las ganas de revivir, en carne propia, esa trama escénica dibujada en cada uno de sus textos. Naturalmente, muchos de sus poemas advierten un erotismo tropical y salvaje.
A grandes rasgos y por razones de espacio y tiempo, solo tomaremos como referencia una de las obras poéticas de cada uno de los autores ya mencionados.
En cuento a Mónica, basta con leer “El séptimo candado” (2005) para darse cuenta de esa realidad sensual: «Húmeda espera / Nacarados labios / suspiran los jazmines / de la noche // Tu boca llega / sedienta de manantiales / suscitando acercamientos// se atraen / se reducen / se acorralan / y sofocan las sombras que cubren sudores / de silencios.//» (pág. 32).
Asimismo, «Nada en mí se había apagado / debajo de mi piel / se agitaban vapor y lava. // Nada en ti se hallaba muerto / tus raíces de ébano / esculpían mi cuerpo. //» (Ibíd., pág. 66).
Respecto a Ramón, resulta suficiente con degustar del poemario “Alma de caminante” (2010), donde el lector ha de imbuirse con el sensualismo campusaniano: «Me cubro con tu desnudez / borras las quejas del tiempo// Mi aliento acaricia tu voz / sigo tus huellas / mis pasos se pierden en tu cuerpo / Tu fuente agudiza mi sed / tu calor enfría mi alma / y mi senda se pierde en tu norte. //» (pág. 35).