Estamos seguros bajo sus alas
estamos solos y desamparados sin ninguna protección porque él nos cubre con sus plumas bajo sus alas y a sus ángeles envía para que nos guarden por todo nuestros caminos de modo tal que podemos vivir confiadamente bajo la cobertura de sus alas.
Cada día procuremos habitar bajo su protección, es solo cuando habitamos en él y hacemos de él nuestro lugar intimo, nuestro refugio podemos vivir con esa seguridad que emana de su esencia de protección y preservador que lo caracteriza en su condición de padre celestial.
Recibimos aliento cuando en medio de una crisis matrimonial, un ataque a la familia, un colapso financiero nos golpea, cuando una enfermedad nos amenaza la protección del señor la podemos sentir dándonos paz y gozo.
Son muchas las veces que parecería que un temor, una amenaza, una desilusión, un conflicto, una trampa nos va a destruir juntamente con todo lo que hemos soñado y planificado, trayendo inseguridad, desanimo y duda de tal manera que nos paraliza y ni siquiera queremos intentarlo porque voces llenas de terror, amenazas e intimidación se ensañan contra nuestra fe, confianza, e impulso, y es ahí precisamente donde más vemos el cuidado divino dándonos su protección y aliento para vencer toda adversidad y obstáculo que se haya levantado para posteriormente darnos la victoria y lo glorifiquemos… ¡Aleluya!
No tenemos porque temer al terror nocturno ni a las asechanzas ni al peligro ni a las amenazas porque jamás se dormirá el que guarda nuestras vidas. Hogar, familia, negocio, ciudad, nación etc. vivamos confiadamente bajo su eterno cuidado y protección porque él ha dicho que no nos dejara y no nos desamparara. Estamos bajo sus alas...Seguros.