Desalojo de Haití Chiquito
Amanecimos el viernes pasado con la vía que comunica a El Cortecito con Plaza Bávaro cerrada, porque se realizaba el desalojo del Batey Haití Chiquito. La información nos produjo un choque de sentimientos, entre la tristeza y la alegría. En el primer caso, por el mal rato que pasaron y están pasando los niños que vivían en la zona y que hoy le tocaba ir a la escuela, pero se encontraron con esta pesadilla matutina, pobrecitos sin tener ninguna culpa de las acciones de sus padres, buenas o malas; de igual forma, nos tocó profundamente la situación de los ancianos que habitaban en ese lugar, sin las mas mínimas condiciones básicas para vivir dignamente y, finalmente, nos dio mucha pena ver a las mujeres gritar sin esperanzas.
Haití Chiquito nunca debió estar en ese lugar, sino fuera por la irresponsabilidad de las autoridades competentes, que son tan negligentes para prevenir las malas acciones de los ciudadanos y muy lentos para corregirlas, dejando que en el tiempo se empeoren las cosas, para entonces tomar acciones correctivas, ya cuando los males se convierten en problemas sociales, como es este caso.
Es función del Estado es reconocer y garantizar el derecho de propiedad, conforme lo establece el artículo 51 de la Constitución de la República Dominicana, pero no olvidemos que la Ley 108-05, de Registro Inmobiliario, establece plazos para que las autoridades competentes actúen frente a las violaciones de propiedades privadas; entonces, ¿por qué esperar tanto tiempo para hacer justicia?
Hay un viejo refrán que dice: “Cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo”. Esto digo por todos aquellos que viven en terrenos invadidos.