Putin podría sacar ventajas si EE.UU. sanciona a Arabia por caso Khashoggi
FLORIDA. La desaparición y probable asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi se ha convertido en un caso que podría terminar beneficiando al presidente Vladímir Putin, a quien en Occidente también le acusan de estar detrás de numerosos asesinatos y del intento de envenenamiento en Salisbury del ex agente soviético, Serguéi Skripal, y su hija, el pasado mes de marzo.
Un reportaje del diario www. hoy.es señala que una de las medidas que Riad contempla ante posibles sanciones de Estados Unidos es reforzar la todavía incipiente relación que mantiene con Moscú. El jueves, en el marco del llamado Club Internacional de Debate de Valdái celebrado en Sochi, Putin dijo que no hay que «apresurarse» a extraer conclusiones sobre lo sucedido con Khashoggi. «Tenemos que esperar a ver los resultados de la investigación», añadió.
Según sus palabras, «dicen que el asesinato ocurrió en Estambul, pero no han presentado pruebas. No sabemos lo que pasó realmente». La sombra del máximo dirigente ruso se proyecta todavía sobre sonados asesinatos como el de la reportera, Anna Politkóvkaya, o el ex agente Alexánder Litvinenko, entre otros muchos.
El jefe del Kremlin cree además que Washington «tiene cierta responsabilidad en lo sucedido », ya que el periodista «vivía allí». «¿Y vamos a dar pasos para estropear las relaciones?» con Arabia Saudí, se preguntó, subrayando que «si alguien sabe lo que pasó, espero que presente pruebas».
Putin señaló que solo en tal caso su país «dará pasos» concretos. «A nosotros nos han acusado de emplear armas químicas -en el caso Skripal- y nos han aplicado sanciones sin ninguna prueba».
Rusia y Arabia Saudí eran enemigos irreconciliables hasta hace muy poco. Riad dio apoyo a los muyahidines afganos en su lucha contra la tropas soviéticas y también a los separatistas chechenos durante las dos guerras que mantuvieron con el Ejército ruso. Además, Rusia ha acusado siempre a los saudíes de financiar el terrorismo islámico a nivel global.
Ahora, sin embargo, las cosas han cambiado. En un contexto en el que la influencia del Kremlin es cada vez más patente en
Oriente Próximo.