El Tiempo

Romanenses en Miami narran experienci­a de vida en EE.UU.

cambio de vida de romanenses residentes en Miami

- Martín Sánchez msanchez@editorabav­aro.com

MIAMI, Estados Unidos. Una mejor posición económica y a la vez echar a su familia hacia delante, es la meta de millones de latinos que se lanzan en la conquista del anhelado sueño americano en los Estados Unidos.

El caso de los dominicano­s no es la excepción: alrededor de dos millones de criollos, según Pew Research Center, entidad que realiza investigac­iones sociales, han emprendido el vuelo hacia el país de la bandera con barras y estrellas, en búsqueda de la “tierra prometida”.

Solo México, Puerto Rico, El Salvador y Cuba superan a República Dominicana en mayor cantidad de residentes en esta nación.

El reloj marca las 20:31 de la noche. En el canal de Youtube puesto en la Smart TV hay un repertorio de bachatas variadas. Cervezas van y vienen entre los clientes que esperaban sus turnos para recortarse en la peluquería “Master Barber Shop”, de la avenida NW 119th, a unos 15 kilómetros del centro de Miami.

Como tema sin importanci­a, el grupo habla sobre los artistas do- minicanos más pegados en el exterior. Por supuesto, los bachateros son los más destacados, acorde a sus conocimien­tos.

Ese es el ambiente que se vive en esta barbería, propiedad de Héctor Cedeño, de 50 años, a quienes sus amigos les llaman “El primo”. A la edad de 28 años, (1995), este nativo del sector La Aviación, en La Romana, tomó un avión y recorrió más 1,500 kilómetros para llegar a los Estados Unidos, a en busca de un mejor futuro.

Al principio, vivió en New Jersey, donde le fue difícil instalar su negocio, ya que no tenía clientes. De allí marchó a “La ciudad del sol”, donde hace poco montó su propia peluquería. Su tiempo laboral también lo divide como masajista en un hotel.

En La Romana se desempeñab­a como animador de fiestas y como peluquero, oficio que aprendió de su padre. Pese al tiempo que tiene en tierra ajena, “El primo” tiene el corazón latiendo siempre en la llamada “Flor del Este”, su tierra natal.

A su peluquería llegan clientes de varios países, pero los que más abundan son sus compatriot­as. Ha recortado clientes como Luis Segura y Toño Rosario, según rememora. Tiene cinco años que no viene a Quisqueya, y antes de volver confiesa que desea obtener la ciudadanía y echar hacia delante su peluquería. Tiene tres hijos, dos varones en Miami y una hembra en La Romana.

Al preguntárs­ele sobre lo que más extraña de la tierra del equipo de béisbol Los Toros y de baloncesto, Cañeros del Este, deja de recortar y aumenta los decibeles de su voz para exclamar: “extraño todo; primero, tomarme una (cerveza) presidente de allá, en mi barrio, y compartir con mis padres”.

Este hombre forma parte de los más de 180 mil dominicano­s que viven en el estado de Florida, cuyo clima es similar al de República Dominicana. Nueva York (750 mil) encabeza la lista, seguido de Nueva Jersey (200 mil), según cifras de institucio­nes oficiales dominicana­s.

A noviembre del 2017, La Romana se sitúa en la 10ma provincia que más millones recibió por concepto de remesas (US$80MM), según el Banco Central de República Dominicana. La lista la encabezan el Distrito Nacional (US$1,124MM) y Santo Domingo (US$856MM).

Sueños y añoranzas

Y es que para muchos, en esta tierra fluye “leche y miel”. Tal es el caso de Guillermo Laureano, otro romanenses de 50 años que emigró cuando tenía 22 a la nación del Tío Sam. Los dos primeros años vivió en Boston, y desde ahí ha estado los últimos 26 años en Miami. Aquí creó su propia compañía de diseño de jardines.

Guillermo nació en Higüey, se crio en La Romana, pero cuando va al país dice que se queda en Higüey, donde también tiene su casa. Durante su infancia en La Romana, Guillermo trabajaba en “Milton súper cerveza”, un centro bien conocido en la provincia dominicana. Ahí conoció a su esposa, con quien se casó, logró residencia y pudo vivir en los Estados Unidos. Tiene cuatro hijos que nacieron en Miami. Uno de ellos está en la Armada Estadounid­ense.

“Gracias a Dios, económicam­ente estoy bien aquí y en mi país”, precisa Guillermo. En Higüey tiene un edificio de apartament­os y su casa, donde dice se aloja siempre que viaja a su país, lo que sucede cada tres meses.

“Lo que no hay aquí, extraño de allá, que es la libertad de la gente, la dulzura del dominicano, los campos, los ríos”, explica Guillermo, quien agrega que en Estados Unidos hay que trabajar demasiado y no hay tiempo para divertirse.

Asimismo, Miguel Rodríguez, de 55 años, de los cuales lleva 30 residiendo en Estados Unidos, se siente más criollo que el plátano y planea irse de retirada a La Romana.

“Extraño todo, todo, principalm­ente la Presidente (cerveza)”, indica Miguel. Sostiene que “aquí tú vienes por un año, te metes en familia y el tiempo va pasando y tú ni te das cuenta”. En Miami vive con sus dos hijos varones, ya que es divorciado. Reconoce que hay que reunir mucho dinero para irse de retirada a su patria.

En su infancia en La Romana lo que hacía era jugar béisbol y basquetbol. Al principio de los años 80’, tenía un local de bebida llamado el “Rincón de la salsa”, ubicado en la calle Espaillat con Eugenio A. Miranda.

En los 30 años que tiene en Estados Unidos ha vivido en Pensilvani­a, Nueva York y Saint Thomas, pero en las últimas 20 primaveras ha estado residiendo en Miami. Aquí se dedica a comprar mercancías de segunda mano para enviarlas a un local de venta que tiene en La Romana.

De los entrevista­dos por este semanario, el que menos tiempo tiene en esta ciudad es Camir Santana, de 40 años. En el 2012, recibió la residencia americana y se fue a Miami. Pese a que en el 2007 se graduó de Ingeniería Civil en República Dominicana y la estaba ejerciendo en La Romana, decidió buscar mejor horizonte en los Estados Unidos.

“Me estaba yendo muy bien, pero me salió la residencia”, y decidió dejar su terruño reconocien­do el sacrificio que eso representa­ba, ya que no puede ejercer su profesión en esa nación.

Trabaja operando maquinaria­s pesadas en construcci­ones. “Al principio, no tenía idea de cómo hacer las cosas, pero según van pasando los días tú conoce cómo desempeñar­te”, indica Samir. El nativo de Villa Cerro proyecta viajar en diciembre a compartir con su gente y a satisfacer lo que extraña: ir a Caleta y Bayahíbe, a bañarse en las playas.

En el 2017, los dominicano­s en el exterior enviaron hacia República Dominicana unos US$5,911.8 por concepto de remesas. De esa cantidad, el 73.4% fue desde Estados Unidos, según el Banco Central.

Además de EE.UU, país donde hay más de 43 millones de extranjero­s, según el Centro para Estudios de Inmigració­n de esa nación, España, Puerto Rico, San Martín, Italia y Alemania son los destinos donde residen más dominicano­s.

US$80MM fueron enviado a La Romana desde el exterior por concepto de remesa.

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 ??  ?? Principal: Héctor Cedeño “El primo” mientras recorta a Guillermo.
Principal: Héctor Cedeño “El primo” mientras recorta a Guillermo.
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Miguel tiene planeado retirarse para La Romana.
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Principal: Héctor Cedeño “El primo” mientras recorta a Guillermo.
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Samir vino a Miami en 2012.

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