¿Qué está pasando en Higüey?
Leer el reportaje que escribió la periodista Romayra Morla sobre el nivel de violencia a la que antisociales han sometido a estudiantes, así como al personal docente y administrativo de la Escuela San Francisco de Asís, parece una película de terror.
El reporte indica que jóvenes se han dado a la tarea de apostarse en el centro educativo, en donde a la hora de la salida han arremetido contra estudiantes, profesores y han hasta llegado a amenazar de muerte a uno de los vigilantes.
Son varios los testimonios compilados en esta historia, que más que un reportaje periodístico parece una de las novelas de ficción escrita por cualquiera de los maestros de la literatura universal. Uno de ellos es el de Loliana Poueriet Aponte, profesora sustituta que tuvo que ceder y montar en su moto a uno de esos jóvenes, quien la amenazó de agredirla y despojarla del vehículo.
Lo que parece un hecho que ha afectado a ese centro educativo durante algún tiempo, la pasada semana tomó ribetes muy serios, con un incidente en donde hubo armas blancas y de fuego.
La situación por la que atraviesa la Escuela San Francisco de Asís debe llamar de inmediato la atención de las autoridades del Ministerio de Educación y, sobre todo, a los organismos de seguridad del Estado, ya que resultaría imposible de pensar o creer que un grupo de jóvenes han decidido poner en zozobra un centro educativo en un pueblo.La protección de los centros educativos debe ser un postulado sagrado para cualquier gobierno de turno, ya que es justamente allí a donde cada día asisten niños y adolescentes que están forjando su nivel de aprendizaje para ponerlo al servicio de la sociedad.
Todavía en La Altagracia, y nos atrevemos a asegurar que a nivel nacional, las denominadas “pandillas” no han tomado el cuerpo y la fuerza que tienen en otras naciones de América Latina.
Albergamos la esperanza de que lo de la San Francisco de Asís será un caso que las autoridades le encontrarán una solución en lo inmediato y que no se reproducirá en otros centros educativos ni de Higüey ni de la región Este.