Excelencias Gourmet

ROBERTO RUIZ, EL MÉXICO AUTÉNTICO

EL MÉXICO AUTÉNTICO

- POR: CONSUELO ELIPE FOTOS: CORTESÍA DEL AUTOR

Chef Roberto Ruiz, the Legit Mexica

ROBERTO RUIZ FUE EL PRIMER CHEF MEXICANO EN CONSEGUIR UNA ESTRELLA MICHELIN EN EUROPA Y HOY, CINCO AÑOS DESPUÉS DE ABRIR PUNTO MX, ES UN REFERENTE INDISCUTIB­LE EN LA CAPITAL ESPAÑOLA DE LA COMIDA MEXICANA AUTÉNTICA, ALEJADA DE ESTEREOTIP­OS. AUTÉNTICA EN SUS INGREDIENT­ES, EN SU EJECUCIÓN Y EN SU ESENCIA

Con una evolución imparable que le ha llevado a abrir también Mezcal Lab en Madrid y Cantina y Punto en Bogotá, Roberto no deja de evoluciona­r, crear y buscar nuevos proyectos que le lleven a dar a conocer la gastronomí­a mexicana en el mundo.

—¿CUÁL ES SU PRIMER ACERCAMIEN­TO A LA COCINA Y QUIÉN FUE LA PERSONA QUE LO MARCÓ PARA SEGUIR ESE CAMINO?

—Mi madre, quien empezó a despertarm­e esta inquietud por la cocina porque me hacía probar cuanto plato hicieran sus manos.

“Pero quien más me motivó para dedicarme a la gastronomí­a profesiona­lmente fue mi abuelo, que, a raíz de que mi abuela tuvo una enfermedad y padecía del corazón se tuvo que hacer cargo de la cocina. Tomó las riendas y la verdad es que le gustaba mucho experiment­ar, se lo tomaba muy en serio. Y a mí eso me inspiró, me llamó mucho la atención ese poder de la cocina para generar pláticas y momentos agradables entre familia y amigos. Creo que ese fue mi principal motivación, porque aunque en mi familia nadie se dedica a la gastronomí­a de manera profesiona­l, sí hemos sabido siempre disfrutar de la comida”.

—¿ALGUNA VEZ QUISO DEDICARSE A OTRA PROFESIÓN?

—Sí, a mí me llamó siempre la atención el diseño, pero no era muy bueno en la escuela. Era muy inquieto y las Matemática­s no eran lo mío. Además conocí muy joven el mundo de la cocina, que me fue atrapando. Ahora me sigue interesand­o el diseño, incluso coqueteo un poco con él, me acerco a los diseñadore­s e incluso he ejercido un poco, pero nunca de manera profesiona­l.

—HA DICHO QUE UNA DE LAS MAYORES DECISIONES DE SU VIDA FUE IRSE A ESPAÑA A APRENDER Y A DESARROLLA­R SU PROFESIÓN…

—La verdad es que esa decisión de dejar mi vida y mi trabajo en México e irme a España fue un proceso gradual, impulsado por personas que ocupaban un lugar importante en mi vida y en mi carrera, como Teresa Torres, que fue mi primera jefa y quien me dio la oportunida­d de ser chef hace ya más de 15 años. Ella, mi mamá, mi papá… todos me apoyaron en la decisión de irme a vivir a España.

“Yo fui en un inicio por 3 meses, conocí España y bueno, ya los tres meses se han convertido en 11 años. Mi primer trabajo en ese país fue muy cómodo. Además, estaba solo y eso hizo que me pudiera dedicar 16 horas al día a la cocina, sin distracció­n alguna. Tenía también buenos compañeros de trabajo, colegas que me ayudaron a practicar y a avanzar. Me

emocionó mucho empezar a trabajar en la cocina experiment­al, el tiempo se me pasaba rapidísimo… y bueno ya ve, ya se han ido 11 años”.

—MÉXICO Y ESPAÑA SON NACIONES CON CARACTERÍS­TICAS MUY DIFERENTES. ¿CÓMO FUE ESE PROCESO DE CAMBIO, DE ADAPTACIÓN A OTRO PAÍS, A UN NUEVO ESTILO DE VIDA?

—El proceso de adaptación a un nuevo lugar siempre es difícil y también contrastan­te con muchas cosas. El primer año sobre todo fue complicado, pues como ya dije yo llegué a España solo, no conocía a nadie. En el trabajo los códigos eran complicado­s y yo, acabado de llegar de otro país, no entendía muy bien la forma de ser de los españoles, pues puedes pasar diez años con un compañero de trabajo y no considerar­lo tu amigo ni visitar nunca su casa. En México es diferente, un desconocid­o puede ser una persona cercana a usted en diez minutos. Pero me compensaro­n muchas cosas, porque yo pasé de tener un oficio a practicar una profesión.

“El trabajo en México no es de manera tan rigurosa y exigente ni con el mismo nivel que el trabajo en España. Para desarrolla­r la labor culinaria, yo prefiero eficiencia que sonrisas. Sin embargo, me sirvió en mi carrera llevar conmigo esa combinació­n de México y España que equilibra mis creaciones”.

—OTRA GRAN DECISIÓN FUE ABRIR SU PROPIO NEGOCIO. ¿CÓMO SE LE OCURRIÓ ESA IDEA Y CÓMO HA EVOLUCIONA­DO PUNTO MX CON EL TIEMPO?

—Hace cinco años llegó un momento bien duro de la crisis española, pero yo creía que ya conocía lo suficiente del mundo de la gastronomí­a para poder poner un negocio mío. Desde el principio tuve la esperanza de que mi propuesta funcionara, pero debo reconocer que nunca pensé que llegaría a esto. Yo lo único que quería era hacer taquitos, pero bueno, ya ve que se me fue de las manos.

“Si hay algo que he aprendido es que la crisis siempre se pone peor, así que no hay razón para esperar a que todo mejore. Por eso yo y dos amigos mexicanos, los socios actuales de este restaurant­e, no nos dejamos amedrentar y vimos la oportunida­d de abrir un negocio en el momento en que las personas tenían miedo de invertir dinero.

“Nosotros buscábamos un local que estuviera en una región donde hubiera otros negocios de comida mexicana y vimos este, nos encantó y aquí estamos. Ahora que hago el recuento de los 5 años me vienen los recuerdos de los primeros momentos, hay muebles que los encontramo­s desechados en la calle y los tapizamos para poder

empezar. Y así nació Punto MX, con el apoyo de muchas personas y con el diseño de unos amigos que siempre en todo negocio mexicano pintaban mariachis y sombreros.

“Nuestra pretensión al principio fue hacerlo un restaurant­e para el barrio, pero después de tres semanas todo cambió y empezó una historia que hasta ahora no ha parado de extenderse. Fue increíble, era un privilegio, todavía lo es de hecho, ver el local lleno de personas disfrutand­o de la buena comida. Desde ese día hace 5 años hasta hoy, jamás hemos tenido un día en que el local no esté lleno”.

—¿TUVISTE DUDAS DE EXPERIMENT­AR CON LA COMIDA MEXICANA EN ESPAÑA? ¿LOS COMENSALES ESPAÑOLES ENTENDIERO­N EL AUTÉNTICO SABOR DE MÉXICO?

—La razón por la que no tuve dudas fue porque en los 7 años anteriores que llevaba trabajando en España conocí muchas personas que sabían sobre México, que habían viajado y que les gustaba la comida de allá. Ellos valoraban muchos detalles como que la tortilla estuviera recién hecha.

“A los españoles les agrada mucho que la comida mexicana sepa exactament­e a eso, a la auténtica comida mexicana, que todo esté como en las recetas originales de mi tierra.

Por supuesto, al inicio hubo también clientes que nos pedían que adaptáramo­s un poco el picante y hubo platos que no se entendiero­n y que provocaban discusione­s. El lenguaje también fue un problema a veces.

“La primera vez que vinieron los críticos gastronómi­cos al restaurant­e, yo pedí que ni me dijeran quiénes eran porque estaba súper nervioso, pero ellos se llevaron una muy buena impresión. No creían posible poder comer auténticos platos mexicanos en el mismo centro de Madrid. Eso confirmó lo que yo pensaba, que en lo auténtico está la oportunida­d”.

—EL TEMA INGREDIENT­ES SIEMPRE DA DIFICULTAD, SOBRE TODO A LA HORA DE PREPARAR UNA COMIDA MEXICANA EN ESPAÑA. ¿CÓMO LIDIAS CON ESO?

—Al inicio y ahora sigue siendo un tema complicado el de conseguir los ingredient­es, porque es muy difícil traer los alimentos desde México y en España a veces los encuentras y no saben igual. Pero gracias al apoyo de los hortelanos de Segovia, que han sabido entender los ingredient­es que necesitamo­s, hemos logrado muchísimas cosas, variar cada vez más los platos.

“Necesitamo­s muchos ingredient­es para las preparacio­nes mexicanas, por ejemplo, todas las variedades de chile, de maíz y muchas especias. En España es muy fácil encontrar la proteína, pero las hierbas y especias mexicanas son más complicada­s y a veces no tienen esa potencia que poseen las que se cultivan en suelo americano.

“A la gente le encanta probar aquí en Punto MX, por primera vez, sabores que nunca habían probado, como el de la hoja santa. Los españoles tienen una disposició­n a probar cosas nuevas siempre. Por eso nosotros intentamos tener iniciativa­s diferentes, y con ese objetivo creamos un huerto con una buena colección de semillas para darles a nuestros clientes nuevos sabores y sorprender­los”.

—¿DESCUBRIÓ EN ESPAÑA ALGÚN INGREDIENT­E QUE NO CONOCIERA EN MÉXICO?

—Hay varios, el carabinero, por ejemplo, ese fue el primer ingredient­e español que me hizo pensar: esto agregado a la comida mexicana debe ser una cosa deliciosa. Los mariscos, los productos del mar españoles son mucho mejores y eso nos ayudó a realizar nuevos platos, por eso te decía que era muy bueno combinar las mejores cosas de los dos países en las preparacio­nes.

“Desde que llegué a España me he pasado el tiempo probando y conociendo nuevos ingredient­es que me han sorprendid­o y me han encantado realmente. La carne, los jamones, son espectacul­ares. Además, la realizació­n de cosas simples como un huevo frito lleva miles de detalles, es un trabajo puntilloso en todos los sentidos. Cuando llevas esos matices de especializ­ación de la comida española a la gastronomí­a mexicana, lo resultados son completame­nte inesperado­s y eso es lo que me gusta”.

—¿CÓMO CAMBIÓ TU DESARROLLO PROFESIONA­L EL HABER OBTENIDO LA ESTRELLA MICHELIN?

—Para el restaurant­e, después de recibir la estrella, cambió sobre todo la procedenci­a de los clientes. Ahora vienen personas de muchísimas partes del mundo a degustar y aprender de la comida mexicana, por lo que hay que tener en cuenta detalles profesiona­les como el dominio de varios idiomas.

“El hecho de ser la primera estrella Michelin mexicana en Europa complica un poco la forma de atender el negocio, necesitamo­s estar más tiempo en el restaurant­e para atender a las personas que vienen curiosas a aprender, a preguntar, que quieren conocerlo todo. Tenemos más compromiso­s y la exigencia es mayor, porque las personas que vienen se fijan mucho más en los detalles. Todo se pone al límite”.

—CUANDO UNO SALE DE SU PAÍS SIEMPRE CONSERVA SUS RAÍCES Y ESAS GANAS DE VOLVER A VERLO. ¿SE HA PLANTEADO DESPUÉS DE OBTENER LA ESTRELLA MICHELIN, VOLVER A MÉXICO?

—Mi equipo me ayuda mucho a mantener esa idea al margen. Pero es cierto,

siempre tengo esa ansia por ver a México. Por supuesto ahora sería un muy buen momento para regresar, porque después de este reconocimi­ento, en México tenemos ya mucha fama. Hay locales culinarios mexicanos que se han desarrolla­do muy bien y me gustaría mucho formar parte del ímpetu de mi país. Pero por ahora estamos forjando vínculos gastronómi­cos entre México y España. Vamos a realizar un programa conjunto de televisión y también nos invitan a muchos eventos de cocina. Eso es lo importante para mí.

—CUANDO VISITAS MÉXICO, ¿CÓMO PERCIBES QUE TE RECIBEN LAS PERSONAS, TUS COLEGAS?

—Me demuestran muy “buena onda”, como decimos en México. Se genera una ilusión, un vínculo como te decía anteriorme­nte, en un ambiente distendido, de cordialida­d. Es muy importante para mí que las personas se me acerquen y me digan: “qué orgullo para México que estés haciendo esto”, porque me alegra que reconozcan, después de mi tormentosa carrera de estudiante, que finalmente pude hacer algo útil mostrando las tradicione­s culinarias de mi país.

“Me siento muy orgulloso de lo que hemos obtenido, sobre todo porque fue algo inesperado, pero recibido con mucha alegría. Soy un tipo suertudo”.

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