Excelencias Gourmet

EL DESPERTAR DEL VINO en Cuba

“SIEMPRE SEREMOS VELADORES DE QUE EN CUBA SOLO ENTRE LO MEJOR”, AFIRMA ELSA LAVASTIDA, REPRESENTA­NTE DE LA BODEGA Y UNA DE LAS MÁS IMPETUOSAS PROMOTORAS DE ESTA BEBIDA EN LA ISLA

- POR PATRICIA CÁCERES FOTOS FERVAL & ARCHIVO EXCELENCIA­S

El cariño incondicio­nal hacia

Cuba ha sido una constante para la Bodega Joan Sardà desde que este enólogo español se enamorara de la Isla, hace 25 años, durante una visita de turismo. Esta empresa familiar, nacida en 1927 en el Penedés, no solo llegaría a importar sus marcas a la Mayor de las Antillas, sino al vino como cultura, como placer, como alimento y bebida para el alma.

Bien lo recuerda una de las artífices de esta historia, Elsa Lavastida, representa­nte de Joan Sardà S.A. en la ínsula del Caribe. “Sardà era un amigo de Cuba, arriesgado, extremadam­ente humano. De los pocos empresario­s extranjero­s que resistiero­n los tiempos difíciles”, cuenta con una evidente pasión, que se le desborda en cada palabra.

Más de dos décadas de trayectori­a han esculpido el carácter de esta impresiona­nte mujer, ingeniera de profesión, gastronómi­ca por más de 10 años, amante del vino y excepciona­l promotora del mismo en la región latinoamer­icana y en Cuba. Tanto es así que hoy la cartera de vinos que representa está presente en el 60% del mercado cubano.

“Siempre decimos que Joan Sardà se desarrolló con el turismo en Cuba. Era una bodega pequeña que hace dos décadas traía algunos vinos económicos. A partir de las exigencias del turismo fue que logramos introducir poco a poco verdaderas joyas de la viticultur­a, siempre con uvas autóctonas del Penedés, que es nuestra Denominaci­ón de Origen. Con el tiempo sumamos vinos de Pesquera, y la Casa Banfi de la Toscana, Italia; la Bodega Morande, de Chile y la Casa Mauro de Castilla y León, de España. En lo particular también he apostado bastante por los vinos de Napa y Sonoma en California”, afirma.

“Siempre seremos veladores de que en

Cuba solo entre lo mejor, aunque sea un vino económico. Nunca convertire­mos al país nuestro en un sitio de desechos”, sostiene certera.

—EL DESARROLLO DE LA MARCA NO HA SIDO LA ÚNICA PRIORIDAD DE LA BODEGA JOAN SARDÀ EN CUBA. TAMBIÉN HA APOSTADO MUCHO, DESDE LOS PROPIOS INICIOS, POR LA CAPACITACI­ÓN DE LOS PROFESIONA­LES DEL VINO EN EL PAÍS

—Creo que ese ha sido un rasgo distintivo nuestro. Recuerdo que en los primeros años alquilábam­os un transporte y organizába­mos seminarios y presentaci­ones desde el oriente hasta el occidente de la Isla. Incluso en el Período Especial lo hicimos alumbrados solo con faroles. Luego firmamos convenios con FORMATUR y después pasamos a un nivel superior que implicaba la formación en el terroir, con grupos de intercambi­o que llevábamos a tocar el viñedo, a ver en la práctica todo lo estudiado desde la teoría.

—TAMBIÉN FUERON LOS ARTÍFICES DEL CONCURSO DON SOMMELIER, QUE TUVO UNA EXCELENTE ACOGIDA

—A finales de los años 90 aún pertenecía­mos al entonces Havana Rum and Liquors, y se nos ocurrió hacer el Don Sommelier. Se trataba de una competició­n con eliminator­ias en todas las bases del país y en todas las escuelas de FORMATUR, para elegir al Mejor Sommelier y a la Joven Promesa. El marco fue el Habana Café del Hotel Meliá Cohiba. Luego tuvimos un evento similar en el Habana Libre y ahora la última edición fue en el Hotel Memories Miramar. Han sido eventos que han patentizad­o la formación y que han ido evoluciona­ndo.

—OTRO MÉRITO DE LA EMPRESA FUE HABER IMPULSADO EL NACIMIENTO DE LA FIESTA DEL VINO EN EL HOTEL NACIONAL DE CUBA

— Junto a Sergio Valdés, entonces director del Havana Rum and Liquors, Carlos Rodríguez,

comercial de HRL, y la señora Amelia

Regateiro que atendía Promoción y Marketing, manejamos la idea de hacer una fiesta del vino. Recuerdo que se lo planteamos a Antonio Martínez (Tony), director del Hotel Nacional, quien acogió la iniciativa con mucho cariño. Así surgió este evento, que se mantiene hasta hoy.

—EN FEBRERO DEL PASADO AÑO USTED ESTUVO IMPLICADA EN LA ORGANIZACI­ÓN DE UN SIMPOSIO DE VINOS DE CALIFORNIA EN LA HABANA, CON LA PARTICIPAC­IÓN DE 50 BODEGAS DE ESTADOS UNIDOS. ¿CÓMO SURGIÓ ESTA INICIATIVA?

—Ese evento fue muy importante. Darius Anderson, amigo de Cuba y presidente de US Cava Exports (USCE), tuvo la iniciativa de invitarme a ir a Napa y Sonoma en California, junto a un grupo de sommeliers y el maestro Fernando Fernández. En el primer viaje, cuando recorríamo­s las bodegas, surgió la idea de hacer un simposio para que en Cuba se pudieran probar estos vinos. Cincuenta bodegas dijeron que sí instantáne­amente. Fue algo maravillos­o porque los profesiona­les tuvieron la oportunida­d de probar lo que siempre estaban consultand­o en las bibliograf­ías.

—LA ROTACIÓN DE LOS PRODUCTOS ES UNO DE LOS TEMAS MÁS PREOCUPANT­ES PARA LAS BODEGAS, TENIENDO EN CUENTA LA TRAVESÍA POR MAR, LAS ALTAS TEMPERATUR­AS DE CUBA Y QUE NO SIEMPRE EXISTEN LAS CONDICIONE­S IDEALES DE ALMACENAMI­ENTO. ¿CÓMO ENFRENTA ESTE RETO?

—Nosotros tenemos ventaja. Primero, que el vino económico rota mucho, o sea, está poco tiempo en los almacenes. En el caso de los de alta gama, vinos de guarda de una rotación menor, hemos logrado tener pequeños almacenes climatizad­os con AT Comercial y ya estamos trabajando para hacer algo similar con ITH.

—ADEMÁS DE LOS PROFESIONA­LES, ¿CONSIDERA QUE EL CONSUMIDOR CUBANO TAMBIÉN HA ENRIQUECID­O SU GUSTO Y CONOCIMIEN­TOS SOBRE ESTA BEBIDA?

—Sin duda alguna. Otras como la cerveza y el ron siguen estando presentes en las festividad­es. Pero a la mesa, cuando el cubano se lo puede permitir, lleva una botella de vino. Creo que, independie­ntemente de nuestro trabajo, el Ministerio de Salud Pública ha tenido una influencia increíble, explicando las bondades de esta bebida, además de los medios de comunicaci­ón.

—¿EN QUÉ PROYECTOS ESTÁ TRABAJANDO LA EMPRESA DE CARA AL 2018?

—Se está trabajando mucho sobre todo en la capital, de cara a los hoteles de alto estándar que van a inaugurars­e. El reto estará en traer nuevos productos y ofertas que estén acordes con los estándares de calidad de estas instalacio­nes.

—¿QUÉ SIGNIFICÓ PARA USTED COMO DIRECTIVA, PERO SOBRE TODO COMO AMIGA, EL HOMENAJE A JOAN SARDÀ ORGANIZADO EN LA PASADA EDICIÓN DE LA FIESTA DEL VINO?

—Fue algo muy emotivo porque en casi todas las ediciones de este evento era él quien cortaba la cinta inaugural. Allí se unieron hoteleros, embajadas, personalid­ades del Estado cubano… Y tras el homenaje hubo otro maravillos­o obsequio: el Hotel Nacional ubicó la imagen de Joan Sardà en el rincón de la fama.

 ??  ?? Elsa Lavastida, representa­nte de Joan Sardà en Cuba.
Elsa Lavastida, representa­nte de Joan Sardà en Cuba.
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 ??  ?? Recorrido por los viñedos de la Bodega.
Recorrido por los viñedos de la Bodega.
 ??  ?? Elsa Lavastida junto a Joan Sardà.
Elsa Lavastida junto a Joan Sardà.

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