La panda gigante Bao Bao se despide de Washington Lucha en las praderas es la gran pasión deportiva de los mongoles
(( Pasatiempo
La osa panda gigante Bao Bao, una de las grandes atracciones del Zoológico Nacional de Washington, se despidió de su hogar y fue trasladada a China, tras haber pasado los tres primeros años de su vida en la capital estadounidense. La panda pasará un mes de cuarentena antes de unirse al programa de cría que dirigen el Zoológico Nacional de EE.UU. y la Asociación China para la Conservación de la Vida Silvestre, pensado para dar continuidad a esta especie.
Ni fútbol, ni baloncesto, ni otros espectáculos deportivos de masas: lo que apasiona de verdad a los aficionados al deporte en Mongolia es la lucha tradicional, un deporte que ayudó a los guerreros de Gengis Khan a conquistar casi toda Asia y media Europa.
Miles de personas en el extenso país de Asia Central se concentran en explanadas o conectan sus televisores para poder ver los grandes torneos de “buj”, el nombre con el que los mongoles llaman a su lucha tradicional, y que se suelen celebrar en julio y en febrero o marzo, coincidiendo con grandes fiestas religiosas.
“La lucha está en la sangre de los mongoles”, explica el historiador Shagdar Myagmar, cronista de un deporte que tiene al menos 2,000 años, aunque algunos hallazgos arqueológicos apuntan a que podría tener cuatro o cinco milenios más de antigüedad.
Fueron las hordas de Gengis Khan los que lo popularizaron, ya que los ejércitos nómadas veían este ejercicio como un método de mantenerse en forma y con espíritu combativo, un origen que aún rodea de testosterona este deporte exclusivamente practicado por hombres.
“Históricamente ser luchador era la manera de pasar de niño a hombre, en fuerza y comportamiento”, cuenta en una entrevista Sanjaa Gantur, director de la Asociacion Nacional de Lucha y comentarista en los grandes torneos anuales, como el de Año Nuevo o el de Naadam (10 de julio), la principal fiesta de los mongoles.
La lucha mongola se diferencia de otras, como las modalidades grecorromana y libre: no se divide en asaltos con límite de tiempo, y no hay modalidades según el peso, así que no es raro ver a mastodontes de 160 kilos luchando contra adversarios que pesan la mitad.