LA DESEMBOCADURA DEL NIZAÍTO
Allí donde el río le entrega sus aguas al mar, el verde de la maleza, las palmeras y los almendros contrasta con el blanco de las piedras y el azul intenso del Caribe
Una de las desembocaduras más espectaculares de la geografía dominicana la dibuja el río Nizaíto cuando le entrega sus aguas claras al mar Caribe frente a la costa de Paraíso, al sureste de Barahona.
El río, que nace en las montañas del Monumento Natural Miguel Domingo Fuerte y entre meandros y planicies recorre unos 20 kilómetros, se convierte justo antes de “morir” en un popular balneario del municipio barahonero.
En su curso hacia el mar va dejando playitas, pozas de aguas claras y poco profundas, complejos ecoturísticos y paisajes estriados que evidencian un pasado de grandes corrientes y mejor caudal. Al final del recorrido: aguas dulce y salada para que el viajero elija; un sol abrasante, el azul marino intenso que contrasta con el verde de las montañas y una enorme franja de arena/piedras que deslumbra por su blancura.
¿Dónde quedarse? Ya sea que quiera pernoctar en el mismo centro del pueblo o a orillas de la playa, en Paraíso hay acogedores hoteles medianos y tipo boutique que ofrecen todas las facilidades al visitante.
¿Qué más hacer allí, además de bañarse en la playa o en el río? Tomar fotos del pueblo, del parque, de su gente y de las casitas de antaño que aún se conservan y que ofrecen icónicas imágenes, almorzar en una fonda y explorar los alrededores.
¿Qué llevar? Poca cosa: ropa de baño, bloqueador solar y ¡deseos de pasarla bien explorando lo mejor del Sur dominicano!