Hacer mucho CON POCO
La creatividad llega cuando se presenta la necesidad y los recursos poseídos son vistos como materiales, con los que se puede hacer de todo.
Existen muchas formas de sacar buen partido de lo que se dispone en casa. No siempre se tienen los artículos necesarios, pero siempre que hayan ideas, el problema estará resuelto.
Katherine López, una joven estudiante de Orientación Pedagógica, solía decir siempre: “aprendan a hacer mucho con poco”, haciendo alusión al hecho de sacar el mayor provecho de lo que se tiene, para salir a flote cuando lo que se necesite no esté.
¡No tengo qué ponerme!, ¿Cómo lo haré?, ¡No tengo suficiente!, y otras frases similares se escuchan con mucha frecuencia, debido a la falta de ideas, más que de opciones, en la mayoría de los casos.
Día repostero
Hay días en los que las personas se despiertan con inspiración por la cocina, y es cuando suele aparecer el: ¡Creí que tenía aún! o, ¡Me hace falta lo más importante!
Eso es lo que sucede en términos generales, pero cuando es específico, como querer hacer un bizcocho o alguna comida repostera, se complica aún más, porque el tema requiere herramientas determinadas. María Mercedes Cabrera, una mujer aficionada con la repostería, antes de aprenderlo de forma profesional y obtener los utensilios necesarios, tuvo que usar el ingenio para resolver.
“Cuando no se tiene molde ni horno, lo adecuado es utilizar un caldero”, detalla, “se le colocan tres piedras en el fondo y sobre estas una bandeja con las galletas o panes en la superficie; lo mismo para el bizcocho, y se tapa”. Si hace falta la espátula de lustrar, se puede utilizar un cuchillo o regla, preferiblemente de madera. Para los moldes, recomienda hacer uso de las tasas, vasos, y demás que puedan tener una forma similar a la que se busca. Los tenedores, también, resultan muy prácticos para diseñar. Sugiere detenerse y pensar: ¿Qué necesito y qué de lo que tengo me puede servir?, porque asegura “habitualmente nos agobiamos demasiado, teniendo todo en casa”.