David Ortiz es hazaña viviente
La ciudad y el equipo de béisbol de Boston acaban de hacer sendos agasajos a David Ortiz. Designaron una vía pública con su nombre y retiran el número 43 del uniforme de los Red Sox para colgarlo en la pared de los inmortales en el Fenway Park. Los eventos son historia, parte de las huellas que deja tras de sí este pelotero.
Estas distinciones, de elevado simbolismo, impactan al jugador y la comunidad dominicana en Nueva Inglaterra. Son los méritos que quisiera cualquier atleta. Reconocimientos más allá de los números estadísticos. Con estas acciones Boston retribuye el amor que ha manifestado David Ortiz.
Amor y compromiso. Respeto y solidaridad. El pelotero dominicano se insertó en los intersticios de la piel bostoniana y ahora comprueba cuánto se le aprecia.
Los deportistas buscan la fama, la gloria, la inmortalidad. El triunfo en las profesiones acarrea dinero y reconocimientos deportivos. Los atletas reservan con sus sacrificios un espacio en la tabla estadística y son objeto de la mención por fanáticos y la prensa. Eso alcanzó David Ortiz y mucho más.
Lo que pocos atletas famosos logran es el amor y el reconocimiento de toda una comunidad por algo más que sus marcas deportivas. Ortiz logró asombrosos números con el madero y tiene tres anillos por haber estado en el equipo ganador de la Serie Mundial del Béisbol de Norteamérica. Sueños que pocos logran no importa cuánto se esfuercen. La suerte y la dedicación se fundieron para que el 34 de los Red Sox hiciera su inmortal hazaña. En la historia de los Red Sox hay leyendas como norteamericanas como Ted Williams, Carl Yastrzemsky, Johnny Pesky y el dominicano Pedro Jaime Martínez, pero la figura de David Ortiz sobresale para ser el mejor jugador en la historia del equipo. En los 116 años de los residentes del Fenway, más de dos mil jugadores han vestido el uniforme, y sobre ese legado se escribe, como primero en la lista de méritos, el nombre del pelotero criollo. Así lo señala el presidente del conjunto, Sam Kennedy.
Yo estaba en la ciudad cuando ocurrió el atentado terrorista contra el Marathon, y cómo David Ortiz habló por todo el pueblo. En enérgico lenguaje de calle afirmó: “¡Boston es fuerte!”, y luego cargó sobre su espalda el equipo. Predije que los barbudos ganarían la Serie Mundial. También estuve compartiendo la victoria.
Big Papi es más que estadísticas en Boston.