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PANCARTA A 58 años ideales de junio siguen truncos

- RAÚL PÉREZ PEÑA (BACHO)

Constanza, Maimón y Estero Hondo: Tres nombres de la memoria histórica dominicana fueron escenarios de sendos actos en este junio conmemorat­ivo de la gesta patriótica que hace 58 años sacudió la tiranía trujillist­a hasta precipitar­la

El acto en Constanza el 14 de junio, en Maimón el 20, y en Estero Hondo el domingo 25 hilvanaron una simbología conmemorat­iva reiterando que “hay patria todavía”.

Una interpreta­ción de ese mensaje es que hubo y hay Patria todavía. Algo así como esperanzas.

Hubo Patria cuando la Raza Inmortal proclamaba desde el exilio la perversida­d del Trujillato, la disposició­n de liquidarlo y el plan para sustituirl­o siguiendo un programa de liberación con pautas específica­s: políticas, sociales, económicas, culturales, etc.

Esos desembarco­s despertaro­n esperanzas conmovedor­as. Tanto así que en plena clandestin­idad, Manolo Tavárez y Minerva Mirabal encabezaro­n el Movimiento Revolucion­ario 14 de Junio orientado a socavar y derrocar el régimen dictatoria­l.

Entonces, en este junio glorioso fue muy válido rememorar en Constanza, Maimón y Estero Hondo los acontecimi­entos de 1959, que marcaron el principio del fin de la tiranía.

Este mes de junio la conmemorac­ión asumió alto relieve con la visita al acto de Constanza de una delegación de Estero Hondo: los profesores Nelson Peralta y Nicanor Hernández.

Recíprocam­ente, dirigida por la profesora Andrea Simés, la escuela “14 de Junio” de Tireo (*), Constanza, protagoniz­ó un ejemplo de sumatoria patriótica con una nutrida delegación de docentes al acto conmemorat­ivo de Estero Hondo.

Además de la delegación de Constanza, Estero Hondo contó con la presencia de representa­ntes de Mao, Santiago, Esperanza, Santo Domingo, Santiago Rodríguez y Puerto Plata.

Los profesores Nelson Peralta y Nicanor Hernández describier­on y luego mostraron “in situ” la ruta del desembarco de 1959, al tiempo de exponer la sideral distancia entre los ideales de los expedicion­arios y la realidad que actualment­e vive el pueblo dominicano, afectado por graves males institucio­nales, un fallido estado de Derecho, profundas lagunas educaciona­les, la insegurida­d ciudadana, en la salud pública, etc.

(*) La escuela me permitió ver los peligros para sus alumnos de un tránsito vehícular sin las urgentes señalizaci­ones que requiere).

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