“EMPRENDER EN RD ES DIFÍCIL”
La pasión es lo único que nos dará la fuerza para seguir cuando las cosas se pongan difíciles, expresa Luis Enrique Espinal Barclay, un joven emprendedor.
Se dice que para la juventud no hay mucha esperanza laboral en estos tiempos, que los empleos formales se dificultarán cada vez más. Sin embargo, esa no es la mentalidad de Luis Enrique Espinal Barclay, un joven emprendedor que a sus 22 años se ha “saltado un escalón” y ha materializado sus sueños empresariales en una realidad. Con sus proyectos, pone en evidencia que para emprender solo se necesita un poco de valentía, no tener miedo a lo incierto y la certeza de que todo estará bien.
Para Luis, ser emprendedor es tener una clase de chip insertado en el cuerpo que no permite que la persona esté conforme con el qué y el cómo de las cosas. Esto lo llevó a pensar e investigar en otras vías para crear esas cosas no establecidas. En él nació la posibilidad de hacer algo que le diera satisfacción personal y que al mismo tiempo influyera de manera positiva en los demás.
Pero, ¿de dónde se parte hacia un camino tan desconocido? Luis cuenta que estaba en su casa, luego de haber trabajado unos nueve meses en una agencia publicitaria. Tras días pensando cómo sacarle algún beneficio a lo que había aprendido le planteó a unos amigos la posibilidad de arrancar su propia empresa.
“Realmente, no teníamos idea de cómo iniciar y lo único que yo recordaba del área era un famoso análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) que hice en una clase de la universidad…”, dice.
Como todavía no tenía una empresa, no podía aplicar ese análisis. Sin embargo, supuso que debía existir algún documento similar al que usaron Jeff Bezos, Steve Jobs o Bill Gates. Además, pensó, “los norteamericanos siempre tienen todo”.
Así fue como empezó a buscar por toda la internet los modelos de negocios y herramientas existentes y fue ahí cuando se sintió identificado con la cultura de la autoeducación y el emprendedurismo.
Las ideas de negocios que surgen de los jóvenes muchas veces pasan inadvertidas por el simple hecho de que la juventud es encasillada con inexperiencia. Pero también hay entidades que apuestan por el talento joven y ponen en ellos la confianza de desarrollar sus ideas de negocios. Luis tuvo esa oportunidad, gracias a un centro de innovación empresarial de una entidad financiera y una institución de educación superior.
Luis creó una plataforma para el comercio artesanal y una sociedad comercial para invertir en proyectos de emprendimiento.
¿Cómo obtuvo los fondos para su empresa? A través de un inversionista independiente.
“Después de muchas noches pensando y leyendo sobre cómo vender la estructura que ya tenía montada le presenté la idea a mi madre para que ella fuera mi representante y poder proyectar más confianza. Ella hizo el resto, y siempre le estaré agradecido por ello”, expresa.
Educación
En su caso la educación formal, mediante las instituciones, ha sido base conceptual para ubicar muchas de las ideas que ha tenido. No obstante, la educación que ha decidido darse como ser humano, la autoeducación sobre los temas que realmente le interesan y que no forman parte de un pénsum, la ha conseguido a través de la exploración, la lectura, la investigación, la prueba y el error. Esta ha sido la responsable de situarlo donde quiere estar.
Las dificultades siempre estarán, sin importar el ámbito en el que te encuentres, y en ese sentido, dice que no hay nada que se compare a la experiencia que se recoge a través de los obstáculos que se logran superar.
Ha tenido escasez de recursos, le ha faltado madurez para enfrentar negociaciones, ha necesitado colaboradores comprometidos con la visión e incluso la confianza se ha ausentado en el proceso.
Además, piensa que emprender en nuestro país “es una de las dificultades mayores que cualquiera puede atravesar”, no obstante hay que tener bien claro que el objetivo es más importante y no debe perderse de vista.