EN LONTANANZA El telegrama de la guerra
Un simple telegrama no tiene la fuerza suficiente para derrocar un gobierno ni lanzar a una nación a la guerra, pero si puede culminar un proceso de acumulación y provocar el estallido final de las contradicciones latentes. Tal es el caso del célebre Telegrama Zimmermann, para muchos, detonante de la entrada de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
En enero de este año se cumplió el centenario del momento en que una operación estratégica de Alemania, destinada a forzar una alianza con México y Japón para atacar de manera conjunta a los Estados Unidos, salió a la luz gracias a la intercepción y decodificación por la inteligencia militar británica de un telegrama cifrado.
Para enero de 1917 la Primera Guerra Mundial se hallaba en su apogeo, sin vislumbrarse que la balanza se inclinase hacia ninguno de los dos bloques contendientes. Empantanados en batallas costosas de trincheras y alambradas, tanto las fuerzas de la Entente, como las del imperio alemán y sus aliados se desangraban sin lograr vencer al contrario. Desesperados por una situación que se vislumbraba adversa en el futuro no lejano, los estrategas alemanes idearon varias jugadas geopolíticas para minar a sus enemigos desde dentro, entre ellas, el aliento y apoyo encubierto al separatismo irlandés, para dispersar la atención británica; el apoyo interesado al regreso por ferrocarril, desde el exilio, de Lenin y un puñado de sus colaboradores, para destruir desde dentro el imperio zarista, y por último, la promoción de una alianza con México y Japón para evitar que este país, que se mantenía neutral hasta el momento, pudiese entrar en la guerra.
Para burlar la vigilancia del contraespionaje británico, el llamado Telegrama Zimmermann, por su remitente Artur Zimmermann, entonces ministro de Relaciones Exteriores del kaiser Guillermo I, fue enviado por agentes alemanes a Copenhague desde la embajada estadounidense en Berlín, y de esta remitido a la embajada alemana en Washington, a través del cable submarino, punto en el que fue interceptado. Desde Estados Unidos fue reenviado a su destino final: la embajada alemana en México.
“… nos esforzaremos en mantener la neutralidad de los Estados Unidos-podía leerse en el telegramaEn caso de no tener éxito, proponemos a México una alianza sobre las siguientes bases: hacer juntos la guerra, declarar juntos la paz; aportaremos abundante ayuda financiera y el entendimiento por nuestra parte de que México ha de reconquistar el territorio perdido de Nuevo México, Texas y Arizona”
Tras sopesar las ventajas de hacerlo, los británicos revelaron el contenido del telegrama al presidente norteamericano Woodrow Wilson. Al hacerse público el contenido del documento, crecieron las presiones de las fuerzas que buscaban que la nación neutral entrase en la guerra. Poderosos intereses económicos internos necesitaban la guerra para aumentar sus ganancias. El Telegrama Zimmermann les vino como anillo al dedo. El 3 de febrero de 1917, Estados Unidos rompe sus relaciones diplomáticas con Alemania y el 2 de abril entra en la guerra apoyando a los aliados.
Aquel telegrama decisivo ya podía lanzarse al cesto de la basura. Miembro Titular JCE Presidente Ateneo Dominicano