VIVENCIAS
DJuan Francisco Puello Herrera
e visita un orgulloso cristiano en casa de un empresario exitoso caracterizado por la experiencia acumulada en su dilatada carrera en ese ámbito, se ufanaba frente a él de asistir todos los días a la iglesia a orar.
Coqueteaba el orgulloso cristiano con su anfitrión, repitiendo sus bondades y virtudes en el campo espiritual, a lo que el anfitrión por su sabiduría acumulada sugería que la forma nada tiene que ver con el fondo.
Desde esa perspectiva, el papa Francisco ha criticado la “doble vida” y el escándalo de algunas personas que, aunque se declaran “muy católicas”, hacen negocios turbios y usan a la gente sin tomar en cuenta sus necesidades.
El papa Francisco bajó fuerte contra la hipocresía preguntándose: “¿Qué es el escándalo? Señaló que consiste en decir una cosa y hacer otra, esto es, la doble vida. A ese respecto puso un ejemplo que ilustra y que considera una actitud negativa entre los fieles, cuando afirman: “Yo soy muy católico, voy siempre a misa, pertenezco a esta u otra asociación”. Sin embargo, agregó, que su vida no es cristiana, porque no paga justamente a sus empleados y se aprovecha de la gente haciendo negocios sucios. La realidad dice el papa, que “muchos católicos son así” y que por eso “escandalizan”. Refirió el hecho de las tantas veces que se escucha en nuestras comunidades que “para ser católico como ese, mejor ser ateo”. De eso se trata el escándalo, destruye y te echa por tierra”, dijo lamentándose.
Esta situación que describe el papa Francisco la vemos a diario en nuestro medio, cuando alguien que se dice cristiano, perteneciendo y dirigiendo asociaciones de carácter social lleva una doble vida, teniendo un prontuario de estafas y de manejos turbios en empresas que han estado bajo su dirección y responsabilidad.
El papa recordó que esto sucede “todos los días” y que, para darse cuenta, “basta ver el informativo de la televisión o leer los periódicos”, que caen en lo que consideró “la gran publicidad de los escándalos”.