Lago Azuei y carbón salvan crisis en comercio fronterizo
(+) Muchos comerciantes expresan las dificultades que enfrentan por la veda y los altos aranceles aduanales.
El lago Azuei que originalmente solo se utilizaba para el transporte ilegal del carbón desde territorio dominicano hacia Haití, se ha convertido en la alternativa a la crisis generada en el mercado binacional que cada lunes y jueves se realiza en este municipio, por la veda unilateral impuesta por autoridades haitianas. A través de este canal los pequeños comerciantes, pero sobre todo “las marchantas”, transportan las mercancías que compran aquí, en Mal Paso.
Pero esta actividad comercial está teniendo un gran inconveniente, es la oposición que tiene de las autoridades haitianas, en especial de su Dirección de Aduanas, que la ve como una acción ilegal y evasora de impuestos.
“Todo el mundo sabe que después de la veda, la única alternativa que tiene el país para mandar sus productos hacia Haití son los botes. Entendemos que el gobierno dominicano tiene que protegerlos, hasta tanto el gobierno haitiano no quite la veda o vuelva tomar el control de su aduana, que está en manos del sector privado”, consideró Máximo Sócrates Méndez (Socratín), presidente de la Federación de Comerciantes y Transportistas Fronterizos.
Dijo que el problema se debe a que comerciantes “elites” del vecino país son los que controlan los pagos e impuestos aduanales en este punto fronterizo.
Asegura que debido a esto, “las marchantas” no pueden pagar los aranceles, por el alto costo que se le imponen, y por eso buscan otras alternativas para su actividad.
“El gobierno dominicano no se puede dejar chantajear de los industriales y empresarios haitianos. Hay que facilitar el comercio, sea por la aduana, o sea por el bote”, dijo el comerciante.
Narró que en el mes de junio el Ejército, o personal del sector privado haitiano, “ametrallaron” en el lago a dos botes que llevaban mercancías hacia Haití.
Otro comerciante explicó que fruto de estos dos operadores de los botes murieron.
“Este incidente provocó la intervención del gobierno haitiano y desde ese día las cosas se han tranquilizado un poco en materia de disparos”, agregó Sócrates Méndez. Mal Paso, es un lugar llamado también “tierra de nadie” por estar situado en los límites fronterizos entre Haití y República Dominicana. Allí se produce un acti- vo comercio, en especial los lunes y los jueves. Se comercializa cerca del 70 % de las exportaciones dominicanas hacia Haití. Es estratégico, porque está a 60 kilómetros de la capital haitiana.
Son aquellas comerciantes que vienen a comprar a este mercado para luego hacer el oficio de “revendonas”, y en puestos fijos o con sus canastas en las cabezas salen desde tempranas horas de la mañana a recorrer las calles de cualquier pueblo o incluso de las ciudades para ofertar sus productos, que en la mayoría de los casos se caracterizan por ser frutas y vegetales.
La veda entró en vigor el 1 de octubre de 2015, ordenada por el Gobierno del entonces presidente, Michel Martelly, a petición del Foro Económico del sector privado de Haití, que agrupa a algunas de sus principales empresas.
“Es que una yola carga igual que un camioncito Daihatsu: a una yola se le pueden poner cien quintales de carga y no tienen que pagar impuestos aduanales”, narró otro comerciante de Jimaní que no quiso identificaran su nombre.