Misericordia MUJER SE ENTREGA AL CUIDADO DE NIÑOS SIN HOGAR
RED DE MISERICORDIA, DIRIGIDA POR OLGA NOBOA, SE CONVIERTE EN CANAL DE CUIDADO Y PROTECCIÓN PARA LOS INFANTES NECESITADOS
La señora Olga Noboa, al frente de la Fundación Red de Misericordia, se ha convertido en la madre de decenas de menores de Santiago que no tuvieron progenitores responsables.
Doña Olga Noboa tuvo tres hijos con su pareja y fue su primera experiencia como madre, pero desde el año 2011 al crear la Fundación Red de Misericordia, se ha convertido nuevamente “en madre”, pero ahora de decenas de menores que no tuvieron la oportunidad de contar con progenitores responsables y un hogar estable.
En la actualidad la institución alberga en su local de la Zona Oeste de Santiago a 98 niños y adolescentes que reciben el apoyo y la formación necesaria para hacerlos hombres y mujeres de bien, para ser reinsertardos en una sociedad mejor.
“No tengo palabras para agradecerle a Dios la oportunidad que me ha brindado para este nuevo rol de madre, donde puedo corregir las fallas y los errores que cometí cuando era más joven con mis tres hijos biológicos”, expresó Noboa Fernández de Arocha. Afirma que de las 55 personas que trabajan en la institución día a día, es la única que no recibe salario. Ese esfuerzo le valió para que el BHD la escogiera como una de las Mujeres que Cambian el Mundo.
Doña Olga es esposa de un pastor evangélico, quien cada domingo lleva 20 niños a su casa para compartir la mesa con su familia, y así comprendan mejor los valores familiares.
Red de Misericordia es una institución fundada en el año 2011, en armoniosa relación con la familia Monestina Franch y con el respaldo de Lourdes de Serulle, Celeste Tavárez, Lucrecia de Guzmán, Yudelka de Haddad y la familia Abreu Fernández, quienes conforman un Consejo para la Supervisión Administrativa.
Cuenta además con un cuerpo de voluntarios, integrado por empresas, iglesias, colegios y personas sensibles, que contribuyen con el sostenimiento, instrucción y recreación de los niños y niñas que llegan al centro, que opera en La Otra Banda.
“La misión futura de la Red de Misericordia es construir el proyecto Comunidad Misericordia y Vida, que será un lugar donde, con amor, se ayuda a los niños a crecer y hacer realidad sus sueños y esperanzas”, expresa.
Red de Misericordia tiene sus puertas abiertas a los niños vulnerables, especialmente a aquellos que son víctimas de padres irresponsables o huérfanos, por diversas causas, ya sea por violencia intrafamiliar o abandono, abarcando incluso a los de ascendencia haitiana.
Según Noboa Fernández de Arocha, ingresan desde recién nacidos y hasta los doce años, aunque al cumplirlos pueden optar por recibir atenciones en el mismo centro. Algunos que llegan a los 18 años realizan ciertas labores por las que reciben un modesto pago, ya que en el lugar se aprenden oficios y fabrican artículos que se llevan a algunos negocios para ser vendidos, especialmente al supermercado Bravo, una empresa que le ofrece mucho apoyo a la Fundación.
Entre los 98 menores de todas las edades internos en el centro, los hay de Monseñor Nouel, Puerto Plata, Espaillat y la provincia de Santiago.
La directora de la institución indicó que firmó un acuerdo con el Ministerio Público para recibir los menores en condiciones de vulnerabilidad. Los últimos cuatro niños acogidos, son hijos de padres haitianos.
Una de las cosas que más le satisface es saber que, "estos pequeños saldrán de aquí con una visión distinta del mundo y preparados para la vida".