Brasil genero 67,358 nuevos empleos formales
Brasil generó en el primer semestre de este año 67,358 nuevos empleos formales, el mejor resultado para el período en los últimos tres años y tras la profunda recesión en que se hundió la mayor economía de América Latina en 2015 y 2016, informó ayer el Gobierno.
Las empresas brasileñas registraron formalmente 7,523,289 contrataciones en los seis primeros meses de 2017, en los que notificaron 7,455,931 despidos, de acuerdo con las estadísticas divulgadas por el Ministerio de Trabajo.
Fue la primera vez que el número de contrataciones superó el de despidos para un primer semestre desde 2014.
El saldo positivo, pese a reducido, supone un alivio en un país que, hasta el primer trimestre de este año, tenía un récord de 14,2 millones de desempleados y 12,3 millones de subempleados.
En los primeros seis meses de 2016 Brasil perdió 531,765 empleos formales y en el primer semestre de 2015 otros 345,400.
Según el Ministerio de Trabajo, Brasil generó 9,821 puestos de trabajo en junio, cuando completó tres meses seguidos con contrataciones en mayor número que los despidos.
“Nos gustaría estar conmemorando números mejores. Pero las cifras por lo menos muestran que la economía da señales de recuperación. Y es mejor que esa recuperación sea gradual, aunque con pequeños números, a que tengamos una burbuja seguida de una fuerte caída. Es una señal de que la economía se estabiliza de forma más segura”, afirmó el ministro de Trabajo, Ronaldo Nogueira.
El ministro agregó que la expectativa es que los números positivos se mantengan hasta el final del año y que el país pueda generar unos dos millones de empleos entre 2017 y 2018.
Tal proyección fue divulgada luego de que el presidente Michel Temer sancionara este mes una ley que flexibiliza la legislación laboral con el objetivo de incentivar las contrataciones en medio de la mayor recesión en las últimas décadas.
La nueva ley prevé la contratación de trabajadores con jornadas parciales, el trabajo intermitente, la tercerización de los empleados y la posibilidad de que las personas trabajen desde sus casas. “El Gobierno viene adoptando medidas concretas. Saneó las cuentas y, mediante la reforma laboral, le garantizó al empleador que puede contratar sin miedo”, afirmó Nogueira.
La economía brasileña se retrajo un 3,8% en 2015, su peor resultado en 25 años, y un 3,6% en 2016, con lo que completó dos años seguidos de crecimiento negativo, algo que no ocurría desde la década de 1930.