Club de élite
Está a punto de disparar el incogible número tres mil de su carrera en Grandes Ligas Adrián Beltré. Alcanzar esa meta es una proeza de dimensión extraordinaria, en toda la historia de la actividad apenas treinta jugadores la han logrado y si tomamos en cuenta que Cap Anson, Honus Wagner y Nap Lajoie se beneficiaron de las reglas de anotación del siglo XIX que le proporcionaron incogibles que bajo los actuales cánones no lo serían, ese grupo se reduce a 27.
Para conseguir disparar tres mil incogibles en una carrera de Liga Mayor se necesitan dos cosas: calidad y consistencia. Circunstancias especiales le impidieron a varios portentos del bateo llegar a esa cifra. Babe Ruth limitó sus oportunidades como bateador en sus primeros años cuando era utilizado exclusivamente como lanzador. Ted Williams perdió el equivalente a cinco temporadas debido a sus compromisos militares y a Barry Bonds le faltó un respaldo que le permitiera manejar más lanzamientos en la zona correcta.
La entrada de Beltré a este exclusivo círculo tiene espacios especiales. Señalar que es el primer nacido en República Dominicana en alcanzarlo es correcto. Así lo entienden los registros oficiales de MLB que califica los orígenes de los jugadores por su lugar de nacimiento, no el de sus padres. Si se ubica por la posición defensiva que ejerce agrega valor. Es el número uno, desde el año pasado, en hits disparados en juegos en que al mismo tiempo defiende la antesala y tiene la oportunidad de agregar el objetivo de ser el único con la cifra mágica de tres mil como tercera base, al momento de escribir esto le faltan 117.
Si se evalúa a Beltré por sus habilidades en general con el único defensor de la posición cinco que es comparable es con Mike Schmidt. El dominicano ya acumula WAR, versión Baseball Reference, de 92.3 ocupando el tercer lugar entre los antesalistas, detrás de Schmidt (106.5) y Eddie Mathews (96.4). Aquel se distinguió a finales de los setenta y en los ochenta, por una poderosa ofensiva que le permitió conquistar en ocho ocasiones el título de jonrones en la Liga Nacional y el de OPS en cinco, además de una defensa que le permitió ganar nueve Guantes de Oro. Mathews, un gran bateador también, carecía de destrezas defensivas para ser comparados en el sentido señalado.
Las temporadas que le quedan a Beltré son para agregar logros a los obtenidos, que de por sí, ya lo colocan en la cima de la historia.
INVENTARIO
De los treinta miembros del cuadro de los tres mil hits, 25 han sido elevados al Salón de la Fama. Entre los cinco faltantes, uno está activo, Ichiro Suzuki, dos no cumplen con el tiempo de retiro requerido, Derek Jeter y Alex Rodríguez y dos han sido hasta ahora rechazados por los electores por razones conductuales, Pete Rose y Rafael Palmeiro. Obviando a Anson, Wagner y Lajoie por las razones antes expuestas, el primer bateador que consiguió disparar tres mil incogibles en el béisbol moderno fue Ty Cobb, arribó a la cifra en 1921. En la fase inicial de la actividad fueron escasos los que lograban el hito. Entre ese año y 1969 apenas se agregaron cinco: Eddie Collins y Tris Speaker en 1923 y 1925, en 1940 Paul Waner y Stan Musial en 1958. La rotura de la barrera racial comenzó a impactar este cuadro en el decenio de los setenta, periodo en el que entraron siete prodigios, Hank Aaron, Willie Mays, Roberto Clemente, Al Kaline, Rose, Carl Yastzemski y Lou Brock. En los ochenta solo Rod Carew en 1985 se inscribió en el club, pero en los noventa entraron otros siete: George Brett, Robin Yount, Dave Winfield, Eddie Murray, Paul Molitor, Wade Boggs y Tony Gwynn.
El siglo XXI se inició recibiendo a Cal Ripken,
Jr. como integrante del círculo y le han seguido Rickey Henderson, Palmeiro, Craig Biggio, Jeter, Alex y el año pasado el activo Suzuki. De los 31 privilegiados, incluyendo a Beltré, 22 lograron la hazaña en los últimos 48 años y ocho en este recién iniciado siglo.