Luces y sombras en nuestro interior
Cada ser humano se enfrenta a retos diferentes desde el momento de su nacimiento, y sea cual fuere el camino empiezan a ser diversos: tanto ricos, pobres, en cualquier latitud del planeta y bajo diversas influencias culturales, todos nos enfrentamos a situaciones, adversidades, reveces, enfermedades, riquezas, pobrezas, excesos, abusos, y muchos etcéteras, que conforman esa vida que cada uno le toca enfrentar.
Dentro de esos misterios subyace por qué el ser humano tiene fascinación por la maldad, si sabe que ella le trae resultados funestos.
En este mundo existen personas con ideas y motivaciones perversas. Muchos son hijos de padres compasivos y de familias ejemplares, otros son el resultado de vidas destruidas desde sus inicios, de la pobreza extrema, de la disfuncionalidad del consumismo que acaba con aquellas personas que no saben ponderar el valor de mantener una familia como algo con un valor digno de sacrificios y esfuerzos; también de la criminalidad que produce la marginalidad social (todo ello produce maldad y violencia que alcanza a un todo que como sociedad debemos de enfrentar), y de los medios que glorifican la criminalidad y novelizan todo aquello en que al malo se le admira no por las circunstancias que enfrenta, sino por la maldad que produce a los demás.
El ser humano tiene que enfrentarse a las luces y sombras, y en algunas circunstancias te conviertes en el verdugo emocional de alguien, eres un amor con ciertas personas y para otros eres el más malo del mundo. A todos de forma relativa nos toca asumir diferentes roles que a través de tu vida debes de poner en práctica de acuerdo con las circunstancias y los momentos que debes experimentar. Cada uno tiene un lado de luz y otro de sombra, algunos esconden su luz y se dedican a proyectar su sombra para que los demás se fascinen por esa parte despiadada, malévola y cruel que sale cuando quieres proyectar una imagen que te ayuda a ser temido. La sombra secuestra a tu parte de luz y se apodera de un ego que siente que la misma es débil, y solamente tu sombra puede ganar en un mundo lleno de competencia y de egos dispuestos a enfrentar solamente a los fuertes. Muchos al final se desencantan de esa parte siniestra y regresan a su parte de luz, otros en cambio cuando son atacados por la sombra de otros se convierten en seres llenos de rencor y viven esparciendo odio porque sienten que han sido las víctimas y ante ese sentimiento victimizado no saben cómo lidiar y se estancan recordando a esa persona que les arruinó la vida, que les vulneró y abusó de forma despiadada y desperdician una vida emocional viviendo de igual forma en su propia sombra.
Esa parte de luz que todos tenemos es la que te permite perdonar, la que te permite entender que por las razones que hayan sido cada quien actuó de acuerdo a su momento, a su oscuridad interior.