Una policía mentirosa, pim-pum este gobierno
En numerosas ocasiones la Policía Nacional ha mostrado su vocación por la mentira, algo confirmado en los archivos de prensa y la reciente declaración del vocero de la institución, respecto a la muerte del joven francomacorisano Vladimir Baldera.
Sin ninguna investigación legal ni creíble, el vocero policial dijo que a Baldera lo mataron con un arma casera, invento desmentido de inmediato por decenas de ciudadanos que hablaron a la prensa en el lugar del crimen, con el cadáver en el pavimento.
Igual irrespeto por la verdad muestra el jefe policial cada vez que se despacha diciendo que “la delincuencia ha bajado”. Su conclusión cínica sería que anda bajo cero de tanto descender.
Esa misma Policía y ese mismo vocero policial protagonizaron el show de borrar de una foto publicada por la prensa al presidente del Colegio Médico, Waldo Ariel Suero, mientras era conducido esposado por agentes policiales. El reporte de un medio dice así:
“Una fotografía publicada por el vespertino El Nacional, confirma que el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), doctor Waldo Ariel Suero, fue sacado esposado en la madrugada de la sede de la Secretaría de Salud Pública, por un contingente policial, donde se encontraba en huelga de hambre junto a otros galenos”.
“De su lado, Nelson Rosario, vocero de la Policía, explicó que el desalojo se produjo a las 2:30 de la madrugada, y se debió a informes de que ocupantes de dos vehículos provocarían desórdenes para llegar a los huelguistas, aprovechando la oscuridad de un apagón”.
En la misma mentira grosera incurrió el mismo vocero policial cuando atribuyó a quien escribe un plan terrorista, dentro de un estudio de televisión.
“Pero hay más en la costumbre” policial. Luego de años de la desaparición o asesinato del activista social Juan Almonte, todavía la PN mantiene su gran mentira o misterio del “desaparecido”
Al practicar la mentira, la policía imita al gobierno y su vocería, aunque alegue que “le bajan línea”. La “cotorra” de los voceros palaciegos en su recurrente distorsión de la verdad se acentuará ahora que viene el audio de los inculpados en Odebrecht.