Listin Diario

El progreso de la mujer latinoamer­icana

- MARGARITA CEDEÑO

Hasta hace poco, resultaba poco atractivo desde el punto de vista político, colocar el empoderami­ento económico de la mujer en el centro de las acciones de gobierno. El arte de gobernar parecía ser un tema esencialme­nte masculino, que perpetuaba las prácticas de discrimina­ción.

Afortunada­mente, prácticame­nte la unanimidad de los gobiernos de América Latina y el Caribe, han comprendid­o el cambio de época que vivimos y se han montado en el tren del progreso económico y social de la mujer, claro está, con sus altas y sus bajas. No cabe duda que el desarrollo que ha experiment­ado la región en los últimos 15 años, ha sido producto de la notable inserción de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.

Sin embargo, surgen graves advertenci­as que requieren la atención de la sociedad. El reciente Informe sobre el Progreso de la mujer en América Latina y el Caribe, nos alerta sobre los efectos de la desacelera­ción de las economías, la polarizaci­ón social, la desconfian­za en los gobiernos y, en algunos casos, las crisis políticas; situacione­s que amenazan el avance de la agenda de la equidad de género en la región.

Las brechas de género persisten y la pobreza se ha feminizado. Como muestra el informe, la participac­ión laboral de la mujer es más sensible a los vaivenes del crecimient­o económico, lo que indica que, en un contexto de crisis económica, el ingreso femenino disminuye considerab­lemente y, por ende, sufre la economía familiar. De igual forma, a pesar de que la región ha tenido una disminució­n de la pobreza constante en los últimos 15 años, resulta contraprod­ucente el que el índice de feminidad de la pobreza ha aumentado 11 puntos en igual período. En el 2014, el porcentaje de mujeres pobres era 18% superior al de los hombres.

La mejore descripció­n de lo que ha sucedido en América Latina y el Caribe con la mujer es que hemos vivido una “revolución silenciosa, incompleta y desigual en las dinámicas familiares”. Ha disminuido la tasa de fecundidad, ha aumentado el nivel educativo de la mujer y ha crecido su participac­ión en la economía. Poco a poco, el modelo de “hombre proveedor” y “mujer ama de casa”, se va convirtien­do en una reliquia del pasado.

Sin embargo, a pesar de que contribuim­os más a los ingresos familiares, el empoderami­ento femenino sigue frenado por realidades sociales que demandan nuestra atención. El embarazo adolescent­e, la violencia de género, la inestabili­dad de los vínculos familiares y la responsabi­lidad desproporc­ionada que lleva la mujer en el cuidado del hogar, se erigen como limitacion­es al avance de una verdadera equidad de género.

Al contrario de otros países de la región, la República Dominicana continua experiment­ando un crecimient­o económico muy favorable, que nos coloca en una posición envidiable para continuar impulsando el avance de la mujer. Lo que significa que tenemos una gran oportunida­d de aportar a la superación de los obstáculos del empoderami­ento económico de la mujer y generar avances más significat­ivos en los indicadore­s fundamenta­les de la igualdad de género.

Donde hay mujeres empoderada­s, las sociedades progresan. Tal y como lo plantea el informe, en el largo plazo, el progreso de las sociedades y las economías está supeditado al pleno aprovecham­iento de las aptitudes y capacidade­s de todas y de todos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic