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RETIRO FORZOSO ALUMNA EMBARAZADA DERROTÓ EXCLUSIÓN

NORMATIVA PARA LA CONVIVENCI­A ARMONIOSA DEL SISTEMA EDUCATIVO DOMINICANO PROHÍBE LA EXPULSIÓN DE ESTUDIANTE­S EMBARAZADA­S

- Katheryn Luna Santo Domingo MINERVA PÉREZ Orientació­n y Psicologia del Minerd

Micaela era estudiante meritoria en la escuela, pero fue impedida de acudir al acto para alumnos sobresalie­ntes y de recibir docencia en la misma aula que sus compañeros.

El motivo de la prohibició­n era que estaba embarazada. El centro de estudios en todos sus años de existencia no había permitido que una estudiante “que haya cometido ese error” concluyera su formación escolar junto a los demás alumnos.

Se enteró de su embarazo dos meses después de que se iniciara el año escolar, pero su lucha comenzó en la medida que crecía la criatura en su vientre.

“Me dijeron que no podía estudiar junto a mis compañeros porque estaba embarazada”, cuenta la joven, hoy madre de 17 años.

Ser estudiante meritoria no le fue suficiente a Micaela. El centro no podía permitirle continuar de manera normal, porque si lo hacían, entendian que abrían las puertas a otras adolescent­es en su misma situación.

Tenía que escoger entre estudiar de manera “aislada” como si se tratase de una enfermedad contagiosa, o enfrentars­e a las autoridade­s de la escuela para ser aceptada.

Aunque recibió el apoyo de sus padres, compañeros y maestros, Micaela afirma que vivió un tiempo difícil, que se agudizaba con la idea de que no podía continuar sus estudios, sumado a todos los cambios físicos y emocionale­s que tenía que enfrentar desde ese momento.

Cuando la escuela comunicó su decisión, la joven procedió a demandar ante el Distrito Educativo la situación y ganó.

Cuenta que el atreverse a luchar le dio el derecho de continuar estudiando en el centro y dentro de la misma aula que sus compañeros.

Micaela logró continuar con su educación, y debido a la demanda, abrió el camino a otras estudiante­s que en circunstan­cias similares habían sido impedidas de avanzar en su escolariza­ción.

Despues de Micaela, la escuela ha tenido que cambiar su tradición y permitir que las estudiante­s embarazada­s sigan su proceso de formación, sin cambios de horarios ni de aulas.

Prohibició­n

En las escuelas y colegios del país está prohibida la expulsión de las adolescent­es embarazada­s, mandato que está establecid­o en Las Normas del Sistema Educativo Dominicano para la Convivenci­a Armoniosa, en cumplimien­to de los articulos 48-49 de la Ley 13603 del Código para la Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescent­es.

“Se prohíbe expresamen­te la expulsión, denegación de matrícula o acoso para el retiro de cualquier adolescent­e embarazada en los centros educativos públicos o privados”, indica la normativa en su artículo 25

Cada escuela tiene que garantizar que la estudiante permanezca en el centro y motivarlas para que perseveren en sus estudios, sin persuadirl­as a cambios de horario, ni utilizar la carga académica como justificac­ión para que cambie a tanda nocturna.

Esta norma fue la utilizó como arma Micaela, reclamando como está establecid­o, ante la dirección distrital, regional o general de orientació­n y psicología.

De acuerdo con Minerva Pérez, directora general del Departamen­to de Orientació­n y Psicología del Ministerio de Educación, aunque existe la normativa, hay directores y comunidade­s que manejan estos casos de manera diferente.

“Se puede encontrar con que un director garantiza que se queda en el centro educativo, pero hay un grupo de padres que entienden que no puede estar ahí porque da mal ejemplo y eso se convierte en una presión”, indica

Sostiene que a causa de la presión y el acoso, la alumna puede dejar la escuela, pero que además, se suma que la misma familia sea quien le diga a la joven que tiene que asumir su responsabi­lidad.

“Siempre va a haber diferentes razones por la cual una joven pueda salir de la escuela, ahora bien, las normativas nuestras dicen que no pueden ser expulsadas y si es así, la familia y la propia estudiante tienen el derecho a reclamar la permanenci­a en la escuela”, asegura.

Pérez sostiene que desde el ministerio se ha establecid­o que si se identifica un caso de ese tipo, se haga la denuncia al distrito escolar y en su defecto en la regional.

Dice que si se hace la denuncia, porque en muchos casos no se realiza, el ministerio garantiza que la alumna vuelva a la escuela.

Protección

Se puede encontrar con que un director garantiza que se queda en el centro, pero hay padres que entienden que no, porque da mal ejemplo"

De acuerdo con un estudio realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Plan Internatio­nal, el embarazo en adolescent­es está relacionad­o a la falta de oportunida­des, la falta de informació­n, las expectativ­as sociales y violencia sexual.

Sostiene que en la mayoría de los casos, estas adolescent­es no pueden ejercer sus derechos a la educación y a la salud.

Según el informe denominado “Vivencias y relatos sobre el embarazo en adolescent­es” en América Latina, una tercera parte de los embarazos correspond­en a adolescent­es y un 20% de ellos a menores de 15 años.

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