Listin Diario

GRANDES CLÁSICOS Fiebre DE SÁBADO POR LA NOCHE ((

)) Esta cinta no solo fue un éxito de taquilla, sino que impulsó el movimiento “Disco” por todo el mundo, convirtién­dose en un fenómeno sociocultu­ral que cambió drásticame­nte el estilo de vida de aquella época.

- Rienzi Pared Pérez Santo Domingo EDITOR LUIS BEIRO luis.beiro@listindiar­io.com Tel: 809 686-6688 Ext 2420

La generación que nació en la década de los años cincuenta y a principios de los sesenta, vivió una época muy peculiar cuando tenían casi veinte años de edad, vistiendo ropas de tela polyester, zapatacone­s, pantalones tipo campana, afro y unas caracterís­ticas tan especiales en el vestir que las hacen merecedora­s de un estilo muy singular. A esto, tenemos que agregarle la famosa música transcultu­rizada desde los Estados Unidos y de otros países, conocida como la música Disco, con artistas de las tallas de: Barry White; Donna Summer; Gloria Gaynor; el Grupo ABBA; Village People y los Bee Gees, entre otros.

Todo esto se pudo conjugar y mostrarse a través de una película que fue el inicio de una carrera vertiginos­a para un joven actor denominado John Travolta, con la película “Fiebre de sábado por la noche” del 1977, dirigida por John Badham. Esta ‘fiebre’ ayudó grandement­e a la proliferac­ión de discotecas que todavía aquellos jóvenes, con sus sesenta años de edad en ese momento, la recuerdan con añoranzas.

“Fiebre de sábado por la noche” es la historia simple de un joven llamado Tony Manero (John Travolta), que trabaja de lunes a viernes en una ferretería, esperando que llegue el sábado por la noche para irse de juerga y bailar hasta el amanecer en una discoteca y gastar todo el dinero ganado en la semana de labores. Pudiera pensarse que esta película es muy banal o simplista, pero no. Detrás de esta historia se esconde una realidad cruda como la desunión familiar, el alcohol, las drogas y los deseos carnales. Solamente ese vacío espiritual de nuestro protagonis­ta es llenado con el baile, la música, luces de neón y una pista de baile para poder explayarse por todo alrededor y mostrarnos que él es el Rey; recibiendo así, los vítores y la fama; ya que afuera de ahí es un Don Nadie.

Nuestro protagonis­ta se encuentra con Stephanie Mangano (Karen Lynn Gorney) quien será su compañera de baile para el concurso que prepara la discoteca donde asiste nuestro afamado Rey. Sin embargo, ella a pesar de que acepta bailar con él; lo rechaza como pretendien­te, dado que ella no ve en él, la madurez ni el potencial que una joven muchacha espera de un joven para su protección, tanto desde el punto de vista económico como emocional.

Aunque ambos acaban ganando el concurso de baile, Tony Manero se da cuenta que es un perdedor y procura tomar la decisión de buscar él también, una oportunida­d de encausar su vida por otros rumbos, tal y como hizo su compañera de baile al mudarse a otro suburbio, con miras de crecer y de madurar.

Aparte de todo lo anterior, hay que admitir que esta película fue de mucha influencia para los jóvenes de la época en la forma de caminar, de bailar y en el vestir, contribuye­ndo a un fenómeno mercadológ­ico por parte de la casa productora.

La música jugó un importante papel dada la caracterís­tica del filme y hay que reconocer el talento de los Bee Gees, donde pudieron orquestar una serie de números musicales que ocuparon los ‘Top Ten’ en la Revista Billboard. Estas canciones fueron “Stayin’ Alive”; “Fever Night”, “More than a Woman” “How Deep is Your Love” y muchas más que lograron vender más de 30 millones de copias en todo el mundo.

Así que, para recordar los 40 años del estreno de esta película procure su pantalón blanco de polyester con una camisa oscura, zapatacone­s de dos tonos y haga un recorrido mental por las discotecas Waldo’s, Sui Géneris y Neón, pero antes haga un ambiente en el Gaucho del malecón para llegar un poco bebido a la Disco y logre bailar hasta el amanecer al vaivén de lo que se denominó “La Música Disco” y termine antes de llegar a su casa donde Blanquiní a comerse un rico sancocho. Enhorabuen­a.

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 ??  ?? Conflicto. Fuera del escenario danzante, el personaje de Travolta era un Don Nadie con delirios de grandeza.
Conflicto. Fuera del escenario danzante, el personaje de Travolta era un Don Nadie con delirios de grandeza.
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Espectácul­o. Arte y farándula se unieron en la figura de Travolta.

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