Sin ruidos
Al arribar a su quinto año de ejercicio, donde contra toda crítica opositora tiene éxitos y cosas importantes que exhibir, si algo no le vendría bien al gobierno ni al partido morado es la aparición de ruidos internos –por demás innecesariosque den la impresión de que la unidad está en peligro y de que las disputas tempranas por controlar el poder político en el 2020 lleve a los peledeistas a perder la perspectiva y a echarlo todo a perder. Si estuviéramos trillando en serio y en firme el camino de una cultura constitucional en el país, como en verdad necesitamos y como ha planteado el magistrado Milton Ray Guevara, no estaríamos inmersos en el debate de temas que distraen y perturban, y que, por una mezcla de ambas cosas, cuando se envía alguna señal buscando despejar dudas, lo que se logra es llenar de brumas el panorama. Es lo ocurrido cuando se trajo a ruedo, mas que “a destiempo”, por los cabellos, el tema de la reelección presidencial, al preguntarle originalmente a la presidente de la Cámara de Diputados en el Grupo Corripio. Ella, Calderón y Reinaldo dijeron que era algo que no estaba en agenda ni en discusión, pero sin referir lo expresado en el texto constitucional, o sea, dejando abierta la posibilidad en la mente de cualquier piensarápido de que lo que hoy no está, mañana se pudiera poner (¿). Ni siquiera lo de que Danilo no va había que decirlo o mandarlo a decir, primero, según Felucho y luego, según Montalvo, porque lo que se espera de los presidentes es que hagan su trabajo, y hacerlo bien, manteniendo siempre – con expectativas e incógnitasa muchos sectores a su alrededor y evitarse así la famosa “soledad del poder”, cuando un mandatario dice temprano que se iría a su casa al término del mandato. Cuando Montalvo dice que Danilo no se reelegirá y no estará un día más en Palacio - y eso ese un mensaje- produce un alivio o respiro en quienes aspiran internamente a sucederle, aunque la “felicidad” dure poco o se desplome, cuando en otro Twitter el influyente hombre expresa que para el 2020 “es preciso que el PLD proponga al país nuevos rostros” (¿). Eso no estaría mal, si es el producto de un evento democrático, de no ser tema que fracture la unidad del PLD, y siempre que lo “nuevo” no sea un invento (¿continuidad sin reelección?) que no alcance un 3%...