S.O.S., don Pepín, S.O.S.
ES URGENTE. Quiera Dios y la María Magdalena que, cuanto antes, el grupo Corripio y el diario HOY regalen al país una entrega de la encuesta Gallup sobre las preferencias electorales de los dominicanos. Claro, que apenas estamos en agosto de 2017 y las elecciones serán en mayo de 2020, pero ese es un argumento válido para otro país, y no para este paisaje de contradicciones donde la economía crece como China y la institucionalidad retrocede como en Biafra. Y es que, por absurdo que resulte para el ciudadano común de un país civilizado, la nación dominicana está inmersa en una alocada lucha de tendencias y aspiraciones presidenciales personales, que podrían afectar la marcha del gobierno, en el caso del partido gobernante, y también las posibilidades de fortalecimiento institucional del principal partido de oposición, el PRM, que, con sus dos dirigentes de mayor popularidad lanzados a la calle del medio buscando votos, no terminará de constituirse en una verdadera organización política, algo fundamental para ganar la confianza de los diferentes sectores del país.
GUERRA DE ENCUESTAS
Como en tantas otras ocasiones, don Pepín tendría que “echarle una mano”, o más exactamente una encuesta a sus compatriotas. Una entrega de la Gallup para fines de septiembre, por ejemplo, aceleraría la realización de la encuesta Greenberg de Diario Libre, lo que provocaría que el grupo SIN respondiera con la suya, la de Penn, Schoen & Berland antes de que termine octubre, por lo que antes de Navidad, cada “aspirante no aspirado” estaría colocado en su justo lugar, lo que facilitaría mucho las cosas. Esto de las aspiraciones se complica especialmente cuando nos referimos a los dos grandes partidos del sistema. En el caso del PRM, la candidatura pasa por Luis o Hipólito y presenta pocas opciones para otros aspirantes que deben aprovechar el escenario para sembrar con paciencia pensando en 2024. Lo del PLD es más grave, sobre todo ahora que, un hombre tan cercano al presidente Medina como Gustavo Montalvo, informa que el mandatario no se repostulará, mientras, al mismo tiempo, son cada vez más evidentes las aspiraciones de Leonel Fernández a ser candidato presidencial. Este escenario, que ya veíamos venir con las declaraciones de Felucho Jiménez, y que los tuits de Montalvo confirman, mas el activismo de los leonelistas dentro y fuera de la organización, es el que ha acrecentado las aspiraciones de medio mundo en el partido morado, ¡y estamos en 2017!, joder.
LA POSVERDAD AGRAVA TODO
Vistas así las cosas, la anticipada campaña por la candidatura presidencial morada podría convertirse en una hecatombe fratricida, en un coliseo romano de morados devorándose entre sí, pues hace tiempo que aquí las campañas se hacen, no sólo mostrando las luces y aportes de cada quien, sino también y sobre todo, divulgando las sombras y miserias de cada cual, lo que en la Era de la Posverdad es muy grave, pues ya no se trataría de divulgar las sombras del adversario, sino de crear las condiciones para fusilarlo mediáticamente, para lo que en nuestro país sobran sicarios entre las redes, las cámaras y los micrófonos.
EL GERMEN DE SU DESTRUCCIÓN
El PLD necesita mantener el poder y para lograrlo una condición es innegociable: La unidad de sus dos mitades, el entendimiento de sus dos cabezas. Leonel y Danilo deben ser los garantes de unas primarias democráticas donde los peledeístas escojan sin dádivas ni presión al mejor candidato entre los suyos y el de mayores posibilidades entre los electores nacionales. Precisamente, para ir separando temprano la paja del grano en nuestros partidos, es que debe don Pepín rendir este servicio a la democracia dominicana, autorizando cuanto antes una entrega de la Gallup Hoy. Cada proyecto político lleva en su seno el germen de su destrucción, el del PRSC fue la sangre, el del PRD la cualquierización arrabalera y su vocación fratricida. ¿Cuál será el germen destructor del PLD y el PRM? Una encuesta Gallup podría ayudarnos a averiguarlo. Con su permiso.