TODAS LAS MUJERES SON IGUALES, MENOS CHEDDY

Cuatro mujeres se combinan para pasar un fin de semana relax en una villa en La Romana. Sin embargo, sus respectivas parejas creen que se van de juerga y contratan a un detective para chequearlas.

Para los amantes del humor no chabacano va dirigida esta película, que a partir del próximo 31 de agosto será exhibida en los cines de estreno.

No es un ‘remake’ como su primera parte, “Todos los hombres son iguales”; su guion original fue escrito por José Ramón Alama (productor ejecutivo) David Maler (director).

Una historia entretenida, una banda sonora nada despreciable, una fotografía llamativa, unos juegos de luces adecuados, un colorido exhuberante y sendos trabajos de mezcla y edición que apuntan a un nivel mejor al que acostumbramos a ver en el gran número de “comedias” dominicanas, son los principales atributos de esta pieza. Hace reír y pensar al mismo tiempo, aunque a ratos, el exceso de metraje se hace evidente.

Cheddy García y Kenny Grullón sacan la cara por un reparto irregular. Sobre todo ella, que derrocha talento y credulidad. García demuestra que cuando ponen en sus manos guiones que valen la pena, personajes bien construidos, y parlamentos decorosos, no es segunda de nadie.

“Todas las mujeres son iguales” hará reír. Será un nuevo éxito para el cine dominicano que necesita propuestas como estas, para adecentar los subproductos que ha exhibido en los últimos años bajo el nombre de comedias “para toda la familia”.

País: República Dominicana. Año: 2017. Duración: 90 minutos. Director: David Maler. Guión: David Maler y José Ramón Alama. Producción Ejecutiva: Fiordaliza Valdéz y José Ramón Alama. Productor: José Pascal Alama. Reparto: Nashla Bogaert, Cheddy García, Iris Peynado, Lía Briones, Frank Perozo, Kenny Grullón, Yasser Michelén, Pachy Méndez y Alina Vargas. Sinopsis. Cuatro mujeres se combinan para pasar un fin de semana en completo relax en una villa de La Romana. Sin embargo, sus respectivas parejas creen que se van de juerga y contratan a un detective privado para chequearlas.

No eficacia. Esta vez, la pareja Bogaert-Perozo no cuaja. El director abusa del uso de la imagen de ella. A veces es demasiado pretenciosa. Sus personajes decaen en la medida que avanza el filme aunque logran momentos de humor.

El guion funciona y logra unir la diversidad artística con los elementos propios del cine. Por eso y a pesar de las fallas de muchos actores, el filme no molesta, se deja ver, se vuelve un producto de sano entretenimiento. La historia.

Éxito. Mucho se puede escribir sobre el tremendo trabajo profesional que ha realizado la actriz Cheddy García en esta película. Ella se roba el show, desde que aparece en escena es todo gracia y calidad profesional.