Pueblo educado, mayor progreso
Francisco quería disfrutar de los placeres que surte vivir rodeado de una población educada. Para lograrlo, viajó a una ciudad fabulosa. Al llegar al lugar lo cautivó la forma amable en que un grupo de personas lo recibía. No era necesaria la repartición de besos y abrazos para advertir la educación que caracteriza a toda la comunidad. Desde pequeños, a los infantes se les inculca la importancia de ser educados.
Un saludo, un por favor, unas gracias, y en fin, frases y gestos de cortesía, conforman la carta de presentación de los munícipes. No es necesario tener una profesión, ser un encumbrado empresario, una empoderada mujer o un niño de papi y mami para tener buenos modales. Es vital enseñarles a los hijos desde chiquitos, lo importante que es tenerlos. De ellos depende el éxito que de adulto tendrán en cualquier ambiente que se desenvuelvan. Las autoridades gubernamentales tienen claro el rol que ocupa la educación en los individuos. La razón les lleva a diseñar campañas enfocadas en fomentar los buenos modales, tanto para los padres como para los hijos. Desde el embarazo es posible formar a la criatura, y por ello, las madres son instruidas sobre cómo hacerlo. De ahí que cuando nacen están conscientes de que deben dar continuidad a ese trabajo hasta lograr formar entes de bien social. Todos en la comunidad donde viajó Francisco, tienen bien claro que, cuando se tiene educación es casi imposible albergar violencia o delincuencia. Saben también que las escuelas y los colegios están para enseñar, no para formar. Pero a Francisco ya le hacían falta las caras entruñadas de sus compañeros, a quienes al parecer les molesta hasta pronunciar “un buenos días” cuando llegan a sus puestos de trabajo. Otros demuestran su poca educación, obviando simples detalles como dar las gracias, pedir por favor, permiso... Es tiempo de que al menos los nuevos padres tomen consciencia de lo importante que es educar a nuestros hijos. Cuando se tiene educación se acorta más la brecha entre el subdesarrollo y el progreso.