PANTALLAS GRANDES CRECEN ENTRE LATINOS
La competencia entre los teléfonos de amplia pantalla está planteada entre los grandes fabricantes. Era algo impensable para el año 2010, y ni hablar para comienzos de la década del 2000, cuando se entendía que un menor tamaño de los aparatos de comunicación acercaban más a la modernidad y a la necesidad de portabilidad de los usuarios.
Ciertamente, era lo que los usuarios querían. El promedio de tamaño de pantalla para 2011 era de tres pulgadas. Hoy, la media es de seis.
“Es un mercado que hemos creado nosotros”, asume Mario Laffitte, vicepresidente de la compañía surcoreana Samsung, en un encuentro con periodistas latinoamericanos.
Su compañía presentó la semana pasada el más reciente miembro de la familia Note, su apuesta número 8 de esta clase de teléfonos, que surge tras una coyuntura muy especial: la retirada del mercado de todos los aparatos de la serie 7, por ex- plosiones en la batería del teléfono.
Con esta nueva apuesta las intenciones siguen el mismo camino: potenciar la amplia pantalla como lienzo para el arte, en algunos casos, en mejoría de la experiencia de usuario para los que buscan entretenimiento y como la agenda electrónica de los puestos corporativos.
En ese cambio de patrón en la producción de los teléfonos influye decididamente la aparición de los “Smartphone”, señala Laffite, que apela al cambio en el hábito de los consumidores como argumento para el crecimiento de las pantallas.
Hoy una de las discusiones que suelen plantearse en el mundo tecnológico es el objetivo de este tipo de teléfonos como el Note. ¿Va dirigido a jóvenes que quieren ver series de televisión o a altos cargos ejecutivos de empresas e instituciones públicas? ¿En realidad está diseñado para artistas o para aficionados al video y a la fotografía?
La respuesta que le da Laffitte a los medios de comunicación en la sesión de preguntas tras el lanzamiento del Note es de esperar: “el concepto del producto no es limitarlo a corporativo o entretenimiento”, dice.
En octubre del año 2016 la compañía Samsung detuvo las ventas y los envíos de su modelo Galaxy Note 7, por desperfectos en su batería. Muchos analistas pensaron que sería el final de la familia Note, y un duro revés para la compañía. Solo lo segundo se cumplió.
La empresa dice haber investigado las causas del problema y haber cambiado la forma en la que desarrolla las baterías, y luego modificó sus sistemas de producción. “Antes teníamos cinco puntos de verificación (en la producción de las beterías). Ahora tenemos 8 puntos de verificación”, señalan ejecutivos de la empresa.
El cambio no solo tocó a los teléfonos Note: también se cambiaron los modelos de producción de las baterías de todos los teléfonos. “Hemos lanzado 13 nuevos teléfonos desde el antiguo problema, en promedio, y ninguno ha tenido inconvenientes”, dice Laffitte.
Novedad del teléfono
El Note 8 ofrece para los via- jes al extranjero o cuando se esté en un portal web en otro idioma “la característica mejorada S Pen Translate”, que básicamente permite pasar el cursor sobre el texto para traducir. “No sólo palabras individuales, sino frases completas en hasta 71 idiomas y convertir instantáneamente unidades y monedas extranjeras”, señala.
El teléfono tiene dos cámaras traseras de 12MP, que cuentan con estabilización de imagen óptica en ambos lentes. “Si estás explorando una nueva ciudad o corriendo alrededor de tu patio trasero, la OIS te permite capturar imágenes más nítidas”, aseguran. Durante la presentación oficial se hicieron pruebas que comparaban esa cámara con el I-phone.
“Para fotografía más avanzada, la característica Live Focus (foco en vivo) del Galaxy Note8 te permite controlar la profundidad del campo permitiéndole ajustar el efecto luces borrosas en modo de presentación preliminar y después que tú sacas la foto”, señala la compañía.