Desapariciones en el olvido
La desaparición de la joven Emely Peguero, de 15 años de edad, y con un embarazo de 5 meses, ocurrió en el marco de la conmemoración del Día Internacional del Detenido Desaparecido, el cual se evoca el 30 de agosto de cada año.
Además del caso de Emely, quien está desaparecida desde la semana pasada cuando salió de su residencia de Cenoví junto a su novio Marlon Martínez, a una cita médica en San Francisco de Macorís, existen otros hechos que se encuentran en el olvido.
Tal es el caso de Juan Alfredo Díaz, el fotógrafo del sector de Herrera, quien desapareció el 28 de julio de 2012 después de recibir una llamada de un cliente que lo requirió para una sesión de fotos.
Otro suceso fue el de Juan Almonte, quien fue secuestrado en 2009, en Boca Chica, cuando salía de su trabajo y se dirigía a comprar frutas enfrente del local. Testigos aseguraron en aquel momento que uniformados “se lo robaron” y lo introdujeron en un vehículo. Después del hecho nada se ha sabido de él.
Además, otro de los casos que acaparó la opinión pública fue la desaparición, hace 15 años, de la pareja de novios Edgar Armando Báez de los Santos y Rosa Leticia Valera Boitel, quienes desaparecieron el 15 de septiembre de 2002 cuando salieron de la residencia de Valera Boitel, en el Ensanche Ozama, rumbo a un cine ubicado en la avenida Venezuela, en el carro de Santos.
Los casos más dramáticos que tienen que ver con desaparecidos son los que involucran a niños. Desde el 2013 hasta agosto de 2016, al menos 17 niños habían sido reportados por sus familiares como desaparecidos ante la Policía Nacional.