Hay que sacudir la mata
Un centenar de intelectuales, políticos y decenas de profesionales, refieren que la corrupción, es una desintegración con una pérdida de vigencia, asociada a la descomposición de las normas de una sociedad. Es propio reconocer que no hay país inmune a la corrupción; algo muy característico del ser humano al ocupar posiciones de poder , aunque es bueno aclarar que a través de la historia existen honrosas excepciones, hombres y mujeres que han sido sinónimo de probidad en la administración pública.
En el caso específico de nuestra media isla , atendido a la realidad institucional histórica , aun convencida de la complejidad del acertijo de la criminalidad podríamos acusar como factores posibles del fenómeno de la corrupción, a los procedimientos burocráticos , las regulaciones excesivamente complejas para obtener algún documento, además , con un sistema jurídico disfuncional y sobre todo la degradación moral de nuestra sociedad.
Se Dice y re-dice, que las naciones pobres no tienen el derecho al disfrute de las instituciones democráticas, que la democracia es un lujo de las naciones ricas. Aquellos que justifican lo antes dicho, sustentan criterio que las naciones pobres son gobernadas por un sector político corrompido que impide el ejercicio correcto de la justicia. Se observa que los seguidores que sustentan esta tesis en Latinoamérica son los que lastimosamente han medrado las arcas públicas hasta el cansancio y son intocables por una justicia ineficiente.
Reconociendo los logros admirables en educación, visitas sorpresas, grandes y pequeñas obras públicas, al cumplirse el primer año del segundo periodo del presidente Medina. Desafortunadamente si ponemos las manecillas del reloj, sobre nuestro país que bien ha sido colocado en un reciente informe en el número cinco más corrupto de Latinoamérica y posesionado en la clavija número ocho de la escala mundial por el Foro Económico nos pone a reflexionar para dirigirnos al Presidente y enunciarle que hay que sacudir la mata para salir del régimen de consecuencias contra este flagelo vergonzante de práctica. Solamente revisemos los episodios pasados.