UN SIGLO DE VIVENCIAS
Cien años llenos de momentos inolvidables. Don Juan Liriano tuvo la suerte de celebrar su cumpleaños número cien, rodeado de quienes lo aprecian.
Todos los seres humanos coleccionamos momentos qué contar. Pero, que esos momentos lleguen a un siglo es una cuestión indescriptible. Viviendo en campos que despliegan maravilloso esplendor, con casitas que despiertan la sensibilidad del espectador.
Don Juan Liriano ha tenido esa dicha; la misma que lo dota de amplia sapiencia y seguridad en la mirada.
Procreó junto a María Dolores Rodríguez, (de 84 años de edad), diez hijos, de los cuales hay siete con vida. Fueron años de lucha para sacar a su familia adelante. Actualmente lleva una vida tranquila que comparte entre la comunidad de Mata Grande, en San José de las Matas; pueblo que la vio nacer.
Fue una celebración muy especial, llena de momentos emotivos por el recuerdo de los que ya no están, especialmente el de Francisco Espinal, expresaba elocuentementesu admiración por Don Juan, contando que con apenas siete años, su padre, el fenecido Francisco Espinal, le indicaba que fuera al conuco para acompañarle. Indica que siempre lo vio y aún hoy, lo ve como un padre. Fue cosa digna, ver la emoción con que todos describieron al festejado.
El inmenso panorama en que se encuentra la residencia de Juan Liriano y su familia, rodeada de laderas, la rústica hospitalidad de los moradores de Mata Grande, lo hacen un lugar con muchas historias que compartir.
Todo era motivo de éxtasis para los allí presentes; las verdes orillas, el caudaloso río, que murmurando un estrepitoso sonido, provocaba que se activaran los sentidos.
Si algo no esperaba, fue la tarta de cumpleaños con que su familia celebró sus décadas.