Los embarazos en adolescentes dan en plena cara
Al día siguiente del asesinato de Emely Peguero, la señora Marlin Martínez ordenó a una empleada que le entregara 100 mil pesos a un individuo, identificado como “Boli”, con residencia en Moca, un hecho que el Ministerio Público asegura fue el pago para ejecutar el trabajo de traslado del cuerpo desde donde lo había arrojado su hijo, Marlon Martínez.
Según el acta depositada ayer por los fiscales ante el juzgado de esta ciudad, para pedir medida de coerción contra la detenida, la empleada acudió jueves 24 de agosto a un banco situado en una plaza comercial de este municipio, retiró el dinero y, por orden de su jefa, se lo entregó a Boli, del que las autoridades aún no han informado sobre si ha sido detenido. Precisamente fue en la provincia Espaillat, a la cual pertenece el municipio de Moca, donde fue dejado el cuerpo de la adolescente. La jueza Yudelka Buret Marcano, del Juzgado de Atención Permanente de la provincia Duarte, le impuso anoche tres meses de prisión preventiva, que deberá cumplir en la cárcel Rafaey-Mujeres, de Santiago, a la madre de Marlon, luego de que el caso fue declarado complejo por la gran cantidad de personas involucradas.
Encubrimiento
El coordinador de la comisión designada por la Procuraduría para este caso, Bolívar Sánchez, reveló que después que Marlon asesinó a la adolescente, la mañana del miércoles 23 de agosto, arrojó su cuerpo desde el puente Colón, de esta ciudad.
Luego, narró Sánchez, el joven contó a su madre lo que había ocurrido y ella le brindó su apoyo, procedieron luego a planificar la desaparición del cuerpo.
Según Sánchez, un abogado de Marlin intentó negociar con el Ministerio Público la entrega del cadáver a cambio de que fuera excluida del caso. Al ver que la propuesta no fue aceptada, la mujer ordenó mudar el cuerpo de lugar, por tercera vez.