La foto lo dice todo
EL ENCUENTRO.- La novela va completándose al acudir los vaqueros a la cantina. Llevo cuenta del vecindario que se origina en el encarcelamiento por Odebrecht. Gente que era contraria en política que ahora se acerca en lo personal y que provoca interrogantes que en su momento deberán contestarse, o por ellas mismas o por causas de terceros. Otro capítulo, y que no será el último, el encuentro entre Hipólito Mejía y Temístocles Montás. La foto lo dice todo, y con esa imagen sonreída no se necesitan palabras. Fue un intercambio –sin duda– ameno y provechoso, y sobre todo demuestra el interés de ambos de que se supiera. Un punto interesante, pues –de alguna manera– están mandando un mensaje. Aun cuando en lo inmediato no se conozca destinatario. Además de que no sería el mismo. Aunque igual cabe la posibilidad de copias y envíos diversos, pues en política lo que importa es que la flecha esté en el aire. El viento en ocasiones se constituye en designio y decide según la circunstancia. Mejía y Montás, políticamente adultos, sabían lo que estaban haciendo…
LAS POSIBILIDADES.- Hipólito Mejía y Temístocles Montás dirán de su encuentro lo que políticamente sea conveniente. Guardar cartas en la manga no es defecto, sino virtud del político que cuida su desempeño y que sabe que es mejor ser esclavo del silencio que reo de las palabras. Lo que importa es transar, resolver: Si alguna vez ofendí, ya no me acuerdo, y más que borrón, se impone cuenta nueva. No puede hablarse de amarre de chiva, pero sí recordar que Mejía es bueno en cercanía y en beber agua de pozo ajeno. Cortesía aparte, queda la política. Y no debe obviarse un aspecto de circunstancia. El alto dirigente oficialista y el exmandatario andan en campaña, y no de manera sutil, sino abierta. El PLD se hace el desentendido, y mejor. De algo debe servir la reunión con Reinaldo Pared. El PRM quisiera pararle el coche, pero Mejía va a tanta velocidad, que si frena de golpe, podría volcarse. ¿En qué habrán quedado? ¿Podría una primera vez ser suficiente para entendimientos a más largo plazo? Lo mejor del análisis político es que lo que no sabe, se conjetura. Como en el bingo, cuando no se tienen las fichas originales, se llena el cartón con granos de maíz. El solo hecho de recuperar la amistad es un avance personal que favorece y abre posibilidades…
EL CLIMA.- La reunión del comité Político tiene agenda, aunque todavía no la conozcan sus miembros. La única nota de atención es la reintegración de los compañeros imputados en Odebrecht, y no tendrá mayor relevancia, puesto que da cumplimiento a una decisión del propio organismo. Además, cuando se prevén dificultades, Danilo Medina y Leonel Fernández hacen su aparte y aplacan los ánimos. No obstante, intriga la posibilidad de que dentro o fuera del orden de la noche se conozcan estos acercamientos. Los que se dan privadamente o los que se hacen públicos, ya que lo de a título personal no escuda ni satisface. Que lo individual se coloque por encima de lo institucional es una situación a considerar. ¿Por qué ahora y no antes se producen acercamientos entre peledeístas y perremeístas? ¿Cómo se explica que Odebrecht de lugar a conversaciones directas y no los proyectos de Ley de Partidos y Electoral? Ese nuevo clima no puede pasarse por alto, e incluso debe verse en el contexto adecuado. ¿Aprovecha a precandidatos en particular o provee distensión entre los partidos o favorece al gobierno de manera especial? ¿Existe interés en que el PLD meta la mano en el PRM o el PRM quiere poner un pie en el PLD? Esas denuncias eran corrientes tiempos atrás, contrario a ahora, en que cada cual por su lado quiere congraciarse con el oponente…
OTRO CASO.- Igual debe pensarse en la posibilidad de que dentro de la agenda o de manera marginal se hable o discuta sobre la apostasía de Lidio Cadet y la consiguiente alharaca. Cadet es muy viejo en política para no darse cuenta de que sus palabras provocarían reacción en el sector más sensible del partido. El de Leonel Fernández. Lo que dijo como una gracia, o con su segunda o real intención, llevó a los seguidores de Fernández a desgarrarse las vestiduras. El caso es interesante, pues volvieron a decirse cosas que se pensaba habían sido recogidas para siempre. Franklyn Almeyda dijo otra vez que la reelección tenía candado y que Danilo Medina debía botar la llave. Lo mismo que le fue censurado en el pasado comité Político de parte de un asistente de Medina y miembro del alto organismo. Carlos Pared Pérez. Cadet es del comité Político, el Presidente de la República también, e igual Almeyda y Pared. Los mismos peloteros, solo que jugando extra inning. O lloviendo sobre mojado. Diríase que Cadet es funcionario público, y por tanto, lo que diga, le cae o cabe o implica al jefe de Estado. Sin embargo, habría que pensar lo mismo de Almeyda, a quien se le olvida que es subordinado de Medina, pues ocupa un cargo en su administración…