Educación presenta rezago ante desarrollo económico
En relación al nivel de desarrollo económico que ha mostrado el país en los últimos años, la educación básica, media y terciaria refleja un rezago de cuatro y cinco años, lo que pone en desventaja competitiva a las nuevas generaciones.
Los estudiantes dominicanos reflejan atraso o debilidades formativas preocupantes para los expertos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en materias vitales como matemáticas, lectura o lenguaje, y ciencia.
En un estudio publicado recientemente, el organismo internacional refiere que los estudiantes de escuela primaria de República Dominicana tienen bajos niveles de aprendizaje.
Explican que la brecha entre el aprendizaje promedio esperado (dado el nivel de desarrollo económico del país) y el real alcanza los 160 puntos. “Para poner en contexto estas cifras, un estudiante de educación primaria mejora alrededor de 40 puntos en un año. Es decir, que los estudiantes de República Dominicana tienen un rezago de 4 años en términos de aprendizaje, en comparación a países de niveles similares de desarrollo”, detallan los expertos, consultados en exclusiva para LISTÍN DIARIO.
Refieren entre los factores que inciden en estos bajos resultados la baja inversión que se realiza a nivel primario. “República Dominicana invierte un 1.3% de su PIB en educación primaria, un porcentaje sensiblemente inferior al 1.9% que se invierte en promedio en América Latina y el Caribe. Sin embargo, es importante destacar que República Dominicana realiza desde ya varios años una inversión en educación correspondiente al 4% de su PIB”.
Es relevante saber que cada año adicional de estudios en América Latina y el Caribe significa un aumento promedio del 9.6% en los salarios reales, según explican los expertos del BID. Detallan que los beneficios en materia de oportunidades para mejorar los ingresos futuros difieren según los niveles de escolarización de las personas. Afirman que los mismos son particularmente altos entre los trabajadores con educación terciaria o universitaria.
“En el caso de América Latina, los retornos de un año de estudios terciarios aumentan hasta el 16,6%”, aseguran.
El BID sugiere como una estrategia para mejorar los niveles de aprendizaje realizar un análisis no solo del nivel de gasto sino también de la calidad de ese gasto (el cómo y en que se gasta). Los especialistas del BID indican que es importante identificar e implementar políticas que generen mejoras de aprendizaje a bajo costo. “La experiencia internacional sugiere que hay intervenciones novedosas que parecen ser altamente costo-efectivas. Por ejemplo, un programa piloto en
Cada año adicional de estudios en América Latina y el Caribe significa un aumento promedio del 9.6% en los salarios reales.
Perú llamado “Expande tu Mente” buscó motivar a los estudiantes impulsando la idea de que el cerebro es como un músculo y que el entrenamiento puede mejorar la inteligencia de cualquier persona. Este programa generó una mejora en los aprendizajes de los estudiantes a un costo muy bajo: menos de un dólar por estudiante”.
Apuntan que el estudio analiza otras intervenciones que han demostrado ser costo-efectivas para mejorar el aprendizaje de primaria como proveer a los docentes de planes de clase e implementar programas de uso de tecnología con guías claras respecto a cómo se utilizan los recursos proporcionados.
El BID enfatiza en la aplicación de dos estrategias complementarias: expandir la cobertura de las intervenciones en las que el país gasta poco y que producen grandes resultados, dado que con estas intervenciones se pueden esperar mejoras sustanciales con un gasto adicional limitado. Y la segunda estrategia consiste en disminuir, o al menos no incrementar, el gasto en intervenciones en las que su país gasta mucho pero que producen resultados limitados. “Juntas, estas dos estrategias pueden contribuir a lograr el objetivo de mejorar el aprendizaje con aumentos limitados del gasto”, afirman y concluyen refiriendo que al aplicar estas dos estrategias, los responsables de las políticas públicas deben responder a una pregunta fundamental: ¿qué intervenciones son costoefectivas?