Los tres golpes

Durante la era de Trujillo, los guardias y policías detenían a la gente y le pedían “los tres golpes.” Los tres golpes estaban constituidos por la cédula de identidad. Ese era el primer golpe.

El segundo golpe era la “palmita” o documento que acreditaba a la persona como miembro del Partido Dominicano, el único que existía. El tercer golpe era la constancia de que se había hecho el servicio militar obligatorio.

Cerca de Cutupú, entre La Vega y Moca, había un señor, llamado Tilín, que tenía fama de curar y para eso utilizaba una medicina, preparada por él mismo, que la gente llamaba también “los tres golpes.”

Pienso que la solución al problema del ser humano, hay que buscarla en “los tres golpes”; claro, no los antes señalados, sino en tres elementos esenciales que permitirán un cambio fundamentalmente positivo en el mundo.

El primer “golpe” es LA RAZÓN: Hay que retomar el camino de la razón, del cual nos hemos divorciado. Hemos hecho de lo irracional la norma de conducta; de ahí la indisciplina, el desorden, la anarquía y tantos otros males que afectan a la sociedad. Caminamos con la cabeza para abajo y los pies para arriba. Es necesario enderezar las cosas, logrando nuevamente que la cabeza (= la razón) sea la que guíe el comportamiento humano. El segundo “golpe” es el AMOR: No basta la razón, tenemos que aprender a poner como norma de vida el amor. No el amor barato, de “cabañas”, “moteles” o de la “genitalidad” desordenada, sino el amor que se entrega sacrificadamente y que orienta la vida hacia la verdadera felicidad, que es la meta de toda actuación humana. Orientar la vida por el amor conducirá a rechazar las guerras, las armas, la delincuencia, la violencia, el abuso de los demás, el narcotráfico, las drogas...

El tercer “golpe” es la FE. Es la tercera columna sobre la que debe estar construida la vida humana. Fe en la propia persona, en los demás y sobre todo en Dios. Si falta esta dimensión, la vida carece de sentido. La fe en Dios hace que, uniendo los valores y la capacidad creativa, nos lancemos a una vida de esperanza emprendedora.

Quien no tenga estos “tres golpes” cae preso automáticamente y sin remedio. Se vuelve un estropajo, un tollo. Estos “tres golpes” son la única medicina capaz de curar las graves enfermedades que padece el mundo.

Mi recomendación: “Los tres golpes” de la guardia de Trujillo y de la medicina de Tilín los podemos olvidar. Pero si pasamos por alto y descuidamos “los tres golpes” de la RAZÓN, el AMOR y la FE, estamos “presos” por algo peor que la “guardia de Mon”.