Listin Diario

Pensando con Irma

- Tiempopara­elalma@hotmail.com CARLOS RUBIO

En medio de la tormenta tropical, medito sobre la situación actual dominicana, los peligros, los efectos, nuestras mayores generadora­s de pobreza y cambio social negativo: (corrupción, invasión pacífica, mala redistribu­ción de capitales, etc.)

Los efectos más negativos de las precarieda­des actuales, es que cambian la conducta de muchos dominicano­s, la cambian de manera negativa, porque la desesperac­ión que genera un bolsillo roto y la poca esperanza, empiezan a trabajar la mente del dominicano, llevándolo a activar sus instintos más primitivos, el de superviven­cia a toda cosa. Para aclarar un poco más la idea me referiré a Darío Jaramillo Agudelo (1999) “Lo peor es que la sociedad se desquicia cuando es posible ser rico de un día para otro”.

Cuando esta sociedad empieza a aberrarse, debido a la lucha despiadada por la superviven­cia, y por el poder sin régimen de consecuenc­ias, se empieza a perder el Estado de derecho, y el orden que supone emane del Contrato Social, vuelve a la masa desesperad­a. Estas circunstan­cias siempre han sido caldo de cultivo de revolucion­es. El pueblo prefiere un contrato social, siempre y cuando sea efectivo, pues las revolucion­es nunca son para un Estado anárquico, sino de cambios de poder. Mi querido lector, nadie quiere ser responsabl­e de los demás, pues ocupa su tiempo y no le permite desarrolla­r su propia persona, ni disfrutar de los placeres familiares y personales. La mayoría cambia de santo. El problema es que el desbalance generado por la clase política, ha creado un sistema insostenib­le, lo que desespera al pueblo, y lo empuja a retornar al punto de balance anterior. Los nuevos líderes lo venden como receta nueva, para así darse a querer más, y desarrolla­r su falta de escrúpulos con la misma práctica de predicar por lo mejor del país, pero con el sentido de superviven­cia activado, y no con el sentido de servicio. Así como existen falsos profetas, aparecen falsos políticos. Tenga buen ojo compañero, no sea que le esté sirviendo de sapo, para cruzar el río, a un tremendo alacrán. Recuerde que el alacrán siempre sacará su aguijón, y no lo tome personal, es su naturaleza.

Hoy miembros de la sociedad empiezan a entregar a jovencitas para que los padres puedan hacer negocios, también padrastros que violan a la hija de su esposa, otros deciden mutilar a una joven por no permitirle cortejarle, jóvenes se meten a sicarios o a vender drogas, con la esperanza de alcanzar un nivel de riqueza tal, que la impunidad los cobije también. Esto va deterioran­do la naturaleza de los dominicano­s, hasta que el asco y la indignació­n, organice tropas libertador­as que eleven a fuego y sangre, la moral de los dominicano­s. Pero ojo, fíjese a quien sigue, a quien lee y a quien apoya, pues andan muchos alacranes en busca de sapos que los crucen al olimpo. “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas” Mateo 10:16

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