La educación
La educación es una modificación del hombre que entraña un perfeccionamiento, una realización de éste al máximo de sus posibilidades. La educación aparece como medio imprescindible para que el hombre se realice en su plenitud y alcance su fin último. La educación no crea al hombre, le ayuda a crearse a sí mismo. El hombre al tiempo que se educa se va incorporando a la cultura: adquiere lenguaje, costumbres, ideas, normas morales vigentes en la sociedad, aspecto social imprescindible para el mismo desarrollo personal.
La educación es una acción producida por las exigencias de la sociedad, inspiradora y modelo, con el propósito de formar a individuos de acuerdo con su ideal del hombre en sí.
La educación, que en cualquier caso es perfeccionamiento, está ligada a la visión ideal del hombre y su papel en el mundo. La educación es tan antigua como el hombre. En efecto, desde su aparición el hombre se preocupó por criar y cuidar a sus hijos, hasta que pudieran valerse por sí mismos.
El ‘homo habilis’, ‘el homo erectus’ y, el ‘homo sapiens’ llevaron a cabo una acción educativa, gracias a la cual la raza fue pasando de un estrato cultural a otro o perfeccionando la especie; desde luego, es fácil preveer que no había intencionalidad en todos los actos, sino que el niño aprendía algunas cosas que costituían el fundamento vital de la tribu, otras muchas calaban en su fondo sin una intención consciente. El niño observa y pone atención en los actos de los mayores y así va aprendiendo, va alcanzando unos valores, se va perfeccionando.
El hombre vive inmerso en una realidad físico-espiritual que se conoce con el nombre de ‘mundo’. Educan por el mero echo de estar allí. La educación necesita de la acción de dos elementos: uno capaz de influenciar y otro capaz de recibir influencia. Podemos considerar la educación como un sistema comunicativo y la comunicación constituye uno de los pilares fundamentales de la vida social. Sin comunicación sería imposible la vida en grupo.
La educación consiste en distribuir la cultura, para que el hombre organice sus valores en su conciencia y a su manera, de acuerdo con su individualidad. (De la Educación, FernándezSarramona).