CUCO VALOY CONSAGRADO
El músico dominicano será reconocido por la Academia Latina de la Grabación, con el Premio a la Excelencia Musical, junto a otros artistas como Lucecita Benítez, João Bosco, Ilan Chester, Víctor Heredia, Los Del Río y Guadalupe Pineda. La ceremonia será e
Corría el año 1947. República Dominicana estaba sumida en una gran pobreza y gobernada por un dictador, Rafael Leónidas Trujillo. La comunidad de Manoguayabo, en la sección San Miguel, para ese entonces era un campo con muchas precariedades. Cuco Valoy crecía en medio de una familia numerosa, y con apenas siete años soñaba con ser músico, o pelotero. La música ganó.
A los 10 años se enamoró de la tambora cuando por primera vez vio tocar un perico ripiao que dirigía Luis Pérez. Pupo, como es su nombre de pila. Se le ocurrió fabricar una tambora con una lata de mantequilla. “La lata ya estaba abierta, y como pude quité la otra tapa. Con papel de cemento le forré los extremos con dos soguitas, tal cual como si hubiera sido con cuero de chivo o de vaca, que es como se fabrica ese instrumento. Con esa tamborita aprendí a tocar y la gente comenzó a saber de un niño en San Miguel que tocaba muy bien la tambora”, recordó ayer durante una conversación con periodistas de LISTÍN DIARIO.
Cuco regresa a sus primeros años de vida y a su primer contacto con un instrumento cuando se le pregunta sobre el Premio a la Excelencia Musical del Latin Grammy que recibirá este año, otorgado por la Academia Latina de la Grabación.
Sus palabras, más que gratificación es recordarle a la gente su origen, su trayectoria y el cariño que aún recibe de parte del público. “Es que salir de un campo, en donde ni siquiera había escuelas, en donde reinaba la pobreza, ser tan pequeño y tener esos pensamientos de superación y recibir este premio que para mí es similar a un Oscar o llegar al Salón de la Fama, definitivamente es muy significativo para mí”.
Recuerda que la primera fiesta que tocó fue precisamente con el perico ripiao de Luis Encarnación. Un domingo la persona que tocaba la tambora y el bongó se enfermó, y ese día el grupo tenía que amenizar una fiesta. “A Luis le dijeron que en San Miguel había un muchachito que tocaba muy bien la tambora y él me pidió que le ayudara. Yo llegué allí con lo poco que tenía puesto, sin zapatos y con una ropita harapienta. Ese día recibí mis primeros aplausos. Fue mi primer contacto con el público que se quedó maravillado con mi ejecución. Desde ese momento sabía que mi vida estaría marcada por la música”, aseguró.
El 15 de noviembre el dominicano Cuco Valoy se suma a otras grandes estrellas de la música latina, al recibir este importante reconocimiento. Los homenajeados serán agasajados en una ceremonia privada en el Hotel Four Seasons de Las Vegas como parte de las festividades de los Latin Grammy, que se entregan al día siguiente. “Nos enorgullece rendir homenaje a un grupo tan diverso de artistas de fama mundial. Nuestros ganadores del 2017 representan un amplio espectro de artistas que, conjuntamente, han contribuido a darle forma a ritmos y letras emblemáticos de la música latina a lo largo de la historia”, dijo Gabriel Abaroa Jr., presidente y director ejecutivo de la Academia Latina de la Grabación.
El ritmo del son fue otro de los grandes amores de Cuco. Cuando el trío cubano Los Compadres se da a conocer, crea el trío Los Ahijados y logra inmediatamente conectar con el pueblo. A cada pregunta el legendario músico se empeña en revelar su historia, un legado artístico y un ejemplo de vida que asegura debe ser emulado por todas las generaciones.
Así se retoma al año 1975 cuando crea Los Virtuosos de Cuco Valoy. Recuerda con mucho orgullo que desde su inicio fue dirigida por su hijo, Ramón Orlando Valoy (pianista), quien luego se convertiría en un gran maestro.
“Quiero que las nuevas generaciones recuerden que la música es una gran profesión. Así se lo enseñe a mis hijos varones. La música une corazones y genera alegría por todo el mundo y eso debe llenarnos de felicidad”.