Listin Diario

Incoherenc­ia en PRM

- PUBLICA DE LUNES A SÁBADO Para comunicars­e con el autor orlandogil@claro.net.do Orlando Gil

LA COHERENCIA.

El PRM debiera revisar sus anales y averiguar si siempre pensó igual. Si merece un premio a la coherencia. Sucede que una vez se llamó PRD mayoritari­o y que con ese nombre Hipólito Mejía fue al Palacio Nacional a llevar al presidente Danilo Medina las observacio­nes del grupo a la Ley de Partidos. Los medios de prensa se ocuparon más de la visita que del documento, y no volvió a hablarse del asunto. El mandatario, se supone, lo entregó al partido, y solo sirvió de intermedia­rio o mensajero. La pieza fue atribuida a Milagros Ortiz, pero en verdad fue elaborada por un equipo de dirigentes con experienci­a política y electoral. La propia Ortiz entregó copia a la diputada Karen Ricardo que por entonces encabezaba una comisión que estudiaba los proyectos. Conviene saber por tanto si lo que se puso en manos de Medina y de Ricardo fue lo mismo que se discutió con la Bicameral que coordina el senador Arístides Victoria Yeb. Y no sería por simple curiosidad, sino por el cambio de ánimo o de idea entre el 2013 y el 2017. Por ejemplo, se teme que entonces el PRM no objetara el padrón cerrado y estuviera de acuerdo en usar el registro de la Junta Central Electoral…

LA CONVENIENC­IA.-

No puede decirse que el PRM convencier­a al presidente Danilo Medina de la convenienc­ia de usarse el padrón de la Junta Central Electoral. Pero sí vale recordar que cuando la comisión encabezada por Hipólito Mejía lo visitó en el Palacio Nacional, este no había opinado sobre ese particular y posiblemen­te no tuviera posición tomada. Fue tiempo después que se supo de la discrepanc­ia entre Medina y Leonel Fernández sobre las primarias. Uno que abiertas, otro que cerradas. Además hay lo siguiente. El sector de Mejía se mantiene fiel a la primera versión, aunque no de manera sectaria. Que no es el caso de Luis Abinader, o de otros partidos que denuncian el propósito de Medina de imponer primarias abiertas con fines inconfesab­les. Incluso ese punto es el nudo gordiano del actual debate, aunque más por capricho que por fundamento. Si el 2 de octubre el comité Político del PLD acogiera consulta cerrada ¿cuál sería la reacción del bando de Mejía? ¿Permitiría que por esa vía Abinader le gane la partida? La situación tiene sutilezas. Por ejemplo, el grupo de Leonel Fernández da por seguro que si perdiera adentro, ganaría afuera. Y su cálculo aparenta certero. Afirman que la Ley de Partidos es orgánica y solo puede aprobarse con una votación calificada que el oficialism­o no tendría…

LAS ANOMALÍAS.-

La semana pasada Hipólito Mejía o su grupo enviaron una carta a la dirección del partido para que una comisión creada al efecto, y encabezada por Andrés Bautista y Jesús – Chu– Vásquez, conociera y corrigiera una serie de anomalías detectadas en lo que llaman Precot y Premil. Esto es, en la conformaci­ón del padrón del partido. Entiéndase bien. Se quieren primarias cerradas, la consulta debe realizarse este año, y no solo no se tiene un registro de militantes, sino que el proceso tiene problemas. Incluso se juzga que a posta. Por ejemplo. El envío –se dice- de cantidades mínimas de formulario­s a las zonas o a los municipios. Al parecer hubo una reunión y se superó el impasse, pero ya se sabe como son las cosas entre perredeíst­as (ahora perremeíst­as). No necesitan fogatas para calentarse, y con fósforos en los bolsillos y un bosque seco cerca, cualquier desarreglo ocasiona un incendio. Lo que se teme es que no pueda hacerse la nómina a tiempo o que no sea confiable, y no haya más remedio que utilizar el padrón que fue causa de derrota de Mejía. Todavía nadie lo sugiere, pero es una posibilida­d entre pocas. Cuando se le toca el punto al bando contrario, estos reaccionan con una de antología: “No saben ser minoría”. La gresca está garantizad­a…

NO HAY OTRO.-

Esa discusión interminab­le, asaltos de camino, peligros de tormenta, podrían evitarse con el uso del padrón de la Junta Central Electoral. El único confiable, y no solo confiable para el organismo, que con ese registro de votantes organiza elecciones en todos los niveles, sino de los partidos, que consienten y participan. Lo ideal fuera que cada partido tuviera su padrón, pero no lo tienen, como se comprueba en el caso del PRM, y no lo tienen por muchas razones. Entre otras, la nula aplicación de la ley, la ociosidad de los políticos, la intención fraudulent­a, la mañosería. ¿Cuántas veces las organizaci­ones con problemas internos recurren a la JCE en procura de una copia certificad­a de su nómina de militantes o de votantes acreditado­s, a falta de una propia que sea creíble para todas las partes? La situación luce rara, pero es normal y frecuente. Revela que los partidos como las empresas llevan doble contabilid­ad, una para fines de la Junta y otra para sus desdichas. Todo andaba bien, pues al final se las arreglaban, hasta que ahora se dan de narices con la Ley de Partidos, en que todos los aspectos deben ser reglamenta­dos. Las primarias corren el riesgo de ser el aborto del Código Penal. Si se quiere la Ley, tendrá que dejársele fuera o considerar­las con una legislació­n al efecto…

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic