FAMILIAS QUE PERDIERON SUS CASAS EN LOS GUANDULES Y EL FRACATÁN CLAMAN AYUDA
“La cañada se desbordó y arrasó mi casita con todos mis ajuares, quedé en la calle con mis tres hijos, ahora estoy alojada en el centro comunal de Los Guandules, en la parte sur de Santiago”, expresó con nostalgia Maribel Lebrón Sabala, integrante de una de las 38 familias afectadas por las inundaciones en barrios vulnerables de esta ciudad tras el paso del huracán María. Lebrón Sabala explicó que las personas de Los Guandules y El Fracatán, frente a la Villa Olímpica de Santiago, a las que la cañada derribó total y parcialmente sus viviendas y arrasó con sus efectos, fueron rescatadas por las autoridades, miembros de la Defensa Civil y otros organismos de socorro, y ubicadas en el Centro Comunal y una iglesia cristiana de ese barrio. “Nos trajeron colchones, nos están suministrando alimentos cocidos y crudos, medicinas pero quedamos sin nada, solo con la ropa que teníamos puesta, cuando perdimos nuestras casas”, dijo la afectada.
La damnificada dice que no se queja de la atención de las autoridades, entre ellos el alcalde Abel Martínez, la gobernadora Aura Toribio, los Comedores Económicos, el Plan Social de la Presidencia y otras instancias del Gobierno. Subrayó que aparte de los alimentos, médicos asignados por el Gobierno y la Alcaldía los visitan y los chequean con frecuencia, pero que realmente su prioridad actual es que se les construyan sus viviendas que las perdieron por la crecida de la cañada de Los Guandules por las lluvias provocadas por María. De su lado, Eridania Almonte, otra de las damnificadas de Los Guandules, se expresa en iguales términos y dijo que no pueden quejarse de las atenciones pero que necesitan ayuda para levantar y reparar sus casas. RICARDO SANTANA