En cementerios no hay registro entierro recluso
Tampoco en los cementerios municipales y privados de Santiago, no aparece en sus libros de registros el nombre de Pedro Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito), cuyo cadáver, según dijo la encargada de la funeraria Don Benigno, de San Francisco de Macorís, Amparo Paulino, una mujer que se identificó como pariente del recluso, comunicó a su propietario que había sido trasladado a esta ciudad.
En el cementerio privado Fuentes de Luz de Santiago, se informó al Listín Diario que allí no aparece registrada ninguna defunción con el nombre de esa persona.
En tanto, en el Cementerio Municipal El Ingenio, al norte de Santiago, una secretaria comentó al Listín Diario que buscó desde julio hasta agosto en el libro de registros de defunciones de ese camposanto, el nombre de Pedro Alejandro Castillo Paniagua y que no encontró coincidencias.
Mientras en el camposanto de la calle 30 de Marzo, remitieron a los periodistas a la Dirección de Cementerios del Ayuntamiento de Santiago.
En ese departamento, se informó a este medio que las actas de defunciones de los últimos meses anteriores al actual las tiene la Controlaría General de la República para registrar a las personas fallecidas y que son sepultadas en los cementerios.
La persona que conversó con este periódico refirió que esas actas todavía no han sido devueltas a la Dirección de Cementerios Municipales y que por tanto no tienen una información concreta, aunque puso en duda que una persona con ese nombre haya sido enterrada en uno de los campos santos de este municipio.
La encargada de la funeraria Don Benigno de la calle Salcedo de San Francisco de Macorís, Amparo Paulino, declaró al Listín Diario, que unos señores a bordo de una jeepeta a eso de las 11:00 de la noche compraron en ese establecimiento un ataúd y que junto a su propietario y el sereno lo llevaron al apartamento del residencial Bethy Marie, del sector Paseo del Río donde cumplía prisión de medio libre Quirinito.
De acuerdo a la ejecutiva, la caja adquirida era para colocar el cadáver de una persona que había fallecido en un apartamento del residencial Marie Bethy y luego retornarla a la funeraria Don Benigno para velarlo.